21 de noviembre de 2024
Sin consenso con las provincias por el Presupuesto, el Gobierno no descarta llamar a extraordinarias para eliminar las PASO
El Ejecutivo se mantiene inflexible ante las demandas provinciales sobre recursos y obras, pero no demorará el giro al Congreso del proyecto para eliminar las PASO, a pesar de que no tendría respaldo suficiente. Los gobernadores de JXC presionan y exigirán un encuentro con Francos, Santiago Caputo y Luis Caputo.
Mientras tanto, en Balcarce 50 están a la espera de que, en todo caso, los mandatarios provinciales les envíen un plan que detalle las áreas donde les parecería adecuado sacrificar fondos, incluidas las pocas obras públicas que están pautadas o en marcha. O bien, que se muestren dispuestos a apoyar el proyecto de reforma electoral que redactó la secretaria de Planeamiento Normativo, María Ibarzábal -por orden del asesor presidencial-, que fue anunciada el viernes formalmente, pero aún no entró a la Secretaría de Legal y Técnica, el paso previo a que se gire al Congreso. Según dicen cerca del Presidente, entre la eliminación de las PASO y el fin de los aportes extraordinarios a los partidos políticos en la campaña el Estado lograría un ahorro de 3700 millones de pesos, lo cual ayudaría -aunque no bastaría, ni de cerca- para satisfacer las exigencias de las provincias.
En el interior del país los mandatarios de distintos colores políticos evalúan qué hacer, en privado y en conjunto. Paradójicamente, también ellos esperan una señal del Gobierno con una contraoferta, luego de que LLA hiciera caer el encuentro que estaba previsto para mañana para firmar dictamen. “Parece que no quieren el Presupuesto. Está todo muy tranquilo”, deslizó un cacique dialoguista a Infobae, esta tarde, con cierta desazón. Poco después, se generó el encuentro por videoconferencia entre gobernadores dialoguistas y jefes de bloque, de PRO, el radicalismo y Encuentro Federal donde acordaron, entre cierto “desconcierto y malestar”, realizar la maniobra sobre el canje de deuda para forzar al Gobierno a negociar.
Desde que se planteó esta distancia entre el poder central y el de las provincias sólo hubo un encuentro con gobernadores. El ministro de Hacienda, Luis Caputo, recibió al radical Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y el peronista anti kirchnerista Martín Yaryora (Córdoba), en la sede de Economía para avanzar en el préstamo de 100 millones de dólares que otorgará el Fondo Saudí para la ejecución de los bloques B y C del Acueducto Biprovincial.
Los mandatarios son pesos pesados en el mapa político, que presionan particularmente por las cajas jubilatorias y el primero por el impuesto a los combustibles. No obstante, tanto en el Gobierno como en los distritos dijeron que la reunión no se usó para negociar el proyecto que contiene el plan económico de los libertarios para 2025. “No había margen para traerlo (a colación). Sólo se habló del Fondo Saudí”, acotaron.Sus últimos contactos políticos domésticos tuvieron lugar durante las últimas semanas, cuando los recibió en tandas por partido. Aunque en esos encuentros, según pudo reconstruir Infobae, Milei sólo escuchó reclamos y delineó su plan económico, sin prometer ni responder pedidos específicos. Tampoco se expidió públicamente sobre las dificultades que atraviesa en el Congreso, donde quienes manejan los tiempos y conversaciones son el titular de Diputados, Martín Menem, y el jefe de la Comisión de Presupuesto, José Luis Espert.
El jefe de Estado delegó este tramo de las conversaciones en su asesor, Santiago Caputo, que ordenó mantener una postura dura frente a las demandas que llegan a la administración central. “Que digan ellos de dónde quieren sacar la plata”, dijeron en su entorno.Espert dijo en su conferencia de prensa en el Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento, anteayer, que seguirían negociando, y dejó abierta la puerta a un llamado a sesiones extraordinarias si hay cierto grado de consenso. Y si bien sólo pasaron 24 horas, el ánimo del Gobierno no era de apuro, sino lo contrario. “No hay nada previsto. Lo más probable es que tengamos que prorrogar el Presupuesto de 2022″, dijo un funcionario.
Sin embargo, algunos aún no se dan por vencidos. Señalan que el principal problema de ese escenario irregular de “prórroga de la prórroga” es que el año que viene se verían forzados a debatir en el Congreso algunos de los eventuales cambios, ampliaciones e incorporaciones de partidas, aún en minoría. Más que el mensaje de falta de institucionalidad hacia los mercados que implicaría no tener aprobado un nuevo presupuesto, los preocupa tener lidiar con estas dificultades en el año electoral, cuando el grado de agilidad del plan económico será vital para un oficialismo necesitado de mostrar resultados para ampliar, a través de las urnas, su presencia en las dos Cámaras.