12 de octubre de 2024
El nuevo auge de las mulas ingestadas con cocaína en el norte argentino
La modalidad más cruel del transporte de droga se había detenido en las provincias de Salta y Jujuy. Ahora, según fuentes oficiales, la frontera con Bolivia promedia tres casos por semana
Los casos recientes son casi idénticos.
Después de vomitar una cápsula, N. M., una mujer salteña de 20 años, ingresó de urgencia al Hospital San Vicente de Paul, en Orán, en la noche del 16 de marzo de este año. Tenía un fuerte dolor estomacal, náuseas y vómitos, según comentó a los médicos de guardia.Su defensa pidió ante el Juzgado Federal de Garantías de Orán la nulidad de todo el procedimiento porque la prueba del delito se obtuvo al quebrar el secreto profesional de los médicos.
La Corte Suprema de Justicia sentó un precedente con el fallo Baldivieso, donde determinaron que cualquier ciudadano tiene derecho a la confidencialidad, “incluso para quien se encuentra realizando una conducta delictiva”. Al mismo tiempo, se entendió que existe un dilema para quien está en esa situación y debe definirse entre no ir a un hospital y arriesgarse a morir, o recibir la asistencia y enfrentar un proceso penal.Para marzo de este año reaparecieron las primeras “mulas” ingestadas. Desde julio en adelante se mantuvieron de forma sostenida las detenciones, siempre a cargo de Gendarmería.
El Ministerio Público de la Defensa, según fuentes en el organismo, recibe solamente Jujuy tres casos de “capsuleros” por semana, en promedio. Como novedad, empezaron a verse grupos masivos de personas ingestadas.Las bandas narco generalmente captan a personas vulnerables para mover la droga. Les pagan, según declaran ante la Justicia, entre 600 y 800 dólares por concretar la entrega.
“Creemos que está pesando mucho la situación económica en Perú. Además allá está barata la droga, y el precio de un kilo de cocaína peruana se puede multiplicar 50 veces en Buenos Aires”, le explicó a Infobae una fuente con acceso al caso.En la misma semana, sobre la ruta 9, la Gendarmería controló tres remises que se dirigían a San Salvador de Jujuy. En total, 13 de los involucrados tenían droga dentro de su cuerpo. Es una cantidad inédita de “mulas” para un solo procedimiento.
Un funcionario del Poder Judicial, con intervención en este tipo de causas, arriesga una hipótesis, una maniobra de distracción: “Puede ser que el narco envíe a un ‘capsulero’ para distraer a todo un escuadrón de Gendarmería para hacer pasar por la frontera un cargamento más importante”.