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5 de septiembre de 2024

¿Por qué la economía china está en crisis?

Los consumidores se han vuelto más frugales, las empresas han recortado salarios y contrataciones, y millones de egresados universitarios enfrentan a grandes dificultades al ingresar al mercado laboral

>En 2004, cuando la economía china surgió como una fuerza global, un grupo de investigadores empezó a realizar encuestas a escala nacional en las que se les preguntaba a los chinos si, desde el punto de vista económico, estaban mejor que cinco años atrás.

El año pasado, cuando se les hizo la misma pregunta a los encuestados, esa cifra descendió al 39 por ciento.

Hace unos años, Beijing decidió liberar su economía de la dependencia del frenético mercado inmobiliario, un sector que había apuntalado los ahorros de las familias, así como el sector bancario chino y las finanzas de los gobiernos locales. Ahora, el sector inmobiliario está en crisis. Los promotores de bienes raíces colapsaron, dejando enormes deudas, un montón de inversiones fallidas, departamentos sin vender y puestos de trabajo perdidos.

En 2006, Sherry Yang abrió un negocio enfocado en la fabricación de rótulos para tiendas, vallas publicitarias y carteles en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China. En pocos años, las empresas locales hacían tantos pedidos que Yang tenía 16 empleados y sus máquinas de impresión funcionaban las 24 horas del día.

Pero el negocio nunca se ha recuperado del todo después de la pandemia de covid, dijo. Este verano, la escasa demanda ha empeorado; las ventas en julio cayeron un 70 por ciento respecto al año anterior. Yang dijo que parecía que todos los sectores estaban en crisis y que nadie gastaba.

“Ha sido el año más difícil desde que abrimos”, dijo.

El gasto de los consumidores, que las autoridades chinas han identificado como un importante motor del crecimiento, sigue siendo débil en toda la economía.

Varias empresas extranjeras que en su día incursionaron en China para aprovechar el auge económico se están replegando. El mes pasado, la cadena de tiendas de belleza Sephora, filial del grupo francés de lujo LVMH, anunció un recorte de personal debido a las “dificultades del mercado”. IBM anunció que cierra sus dos centros de investigación y desarrollo en China.

Y los legisladores que intentan dar una respuesta se ven obstaculizados porque no pueden confiar en la solución que funcionó en el pasado. Durante años, los gobiernos locales pidieron prestado dinero para proyectos de desarrollo de gran envergadura que creaban y mantenían puestos de trabajo e impulsaban el auge de la construcción, aunque no existiera una verdadera necesidad de tanta infraestructura.

Pero la deuda derivada de esos préstamos, a menudo canalizada a través de medios de financiación opacos, se ha disparado hasta superar los 7 billones de dólares. Como los inversionistas han mostrado su inquietud por el sistema financiero chino, es improbable que los días de grandes préstamos para infraestructuras de lujo regresen pronto.

Para acallar el debate sobre una crisis económica de gran envergadura, las autoridades han advertido a algunos economistas que no establezcan comparaciones públicas entre los problemas de China y el colapso de la burbuja inmobiliaria japonesa impulsada por la deuda en la década de 1980, que lastró su economía durante décadas.

Aunque el colapso del sector inmobiliario ha ocasionado muchos daños colaterales, el riesgo de insolvencia queda minimizado por el férreo control del sistema financiero chino. El peligro es que el gobierno pudiera disponer de menos recursos fiscales para evitar que las cosas se desmoronen.

“Las consecuencias de esta crisis fiscal son un menor crecimiento”, dijo Alicia García-Herrero, economista jefe para la región Asia-Pacífico del banco de inversión Natixis.

Los fondos extranjeros se han convertido en vendedores netos de acciones chinas en 2024, lo que supondría la primera salida anual de capital desde que se dispone de datos hace una década. Las acciones de unas 180 empresas chinas han sido retiradas de un índice bursátil crítico desde principios de año, lo que ha reducido la presencia de las firmas chinas en los índices de referencia mundiales.

Los inversionistas chinos también se han enfocado en el oro, lo que ha contribuido a que los precios alcancen máximos históricos.

Por su parte, China ha restado importancia a las preocupaciones económicas. En un artículo de opinión publicado en abril en los medios de comunicación estatales, Jin Ruiting, director del Instituto de Economía Internacional de la Academia China de Investigación Macroeconómica, dijo que los medios de comunicación y los políticos occidentales seguían >Sin embargo, los problemas fundamentales persisten.

Winnie Chen se licenció este verano en auditoría en Nanchang, una ciudad del sureste de China. Se presentó al examen de la función pública en marzo, pero no consiguió trabajo, al competir contra cientos de aspirantes en cada uno de los cargos disponibles.

En una de ellas, el salario inicial era de 380 dólares al mes, una cantidad que consideraba demasiado baja para vivir. Otra compañía le ofreció un puesto, pero le dijo que tendría que trabajar los días festivos y que no recibiría días libres a cambio. Le ofrecieron un puesto de maquilladora, pero lo rechazó al enterarse de que tendría que trabajar en un club nocturno.

© The New York Times 2024.

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