La historia de Juan Izquierdo: su origen humilde, la pausa en el fútbol para trabajar como albañil junto a su padre y el sueño de ser futbolista
El defensor, de 27 años, murió en Brasil luego de haber sufrido un paro cardíaco en el partido entre Nacional y San Pablo por la Copa Libertadores
>El fútbol mundial llora a
Juan Izquierdo. El defensor de
Nacional de MontevideoEl zaguero dejó un legado en el deporte por su compromiso, su humildad, y la huella que dejó en sus compañeros, entre ellos, Luis Suárez, con quien jugó en el Bolso y desde Miami lo despidió con angustia: “Dolor, tristeza, difícil de explicar. Que en paz descanses y mucha fuerza para tu familia y amigos”. Izquierdo nació el 4 de julio de 1997 en Montevideo, en el humilde barrio de Nuevo París. Desde pequeño, mostró una pasión desmedida por el fútbol, jugando interminables partidos en las calles y en el club de baby fútbol San Francisco de Asís. Allí, el joven Izquierdo dio sus primeros pasos en el deporte que terminaría definiendo su vida. Sin grandes gustos, pero con una familia unida que lo apoyaba en cada momento, Izquierdo creció en un entorno que le enseñó el valor del trabajo duro y la perseverancia.“Mi infancia fue jugando a la pelota todo el día, sin celular; no teníamos la posibilidad de tener esos lujos. Nunca me faltó nada. Mi padre siempre tuvo trabajo y mi madre se encargó de criarnos. Nunca anduve con zapatos rotos, pero tampoco tenía lujos”, supo describir en una entrevista con El País.A los 16 años, Juan ingresó a las divisiones formativas de Liverpool, donde coincidió con talentos como Nicolás De La Cruz -Flamengo- y Juan Ignacio Ramírez -Newell’s-. A pesar de las dificultades que enfrentó, incluyendo un breve retiro en el que trabajó junto a su padre, Izquierdo no se dio por vencido y retomó su carrera futbolística. En aquella pausa, que se dio a raíz de quedar relegado al banco en las divisiones formativas de la mencionada entidad, Juan asumió el oficio de peón de albañil. Aquellos días en la construcción no solo fortalecieron su cuerpo, sino también su espíritu. “Era más que nada para hacerle compañía y hablar de la vida. Esos pequeños gestos me dejaron una enseñanza que le quiero inculcar a mis hijas”, contaba con orgullo. Mientras revestían baños o limpiaban obras, compartían conversaciones que profundizaron el vínculo entre padre e hijo, y que más tarde le servirían como base para transmitir en su familia.Regresó al deporte más maduro y con un nuevo enfoque. En Cerro debutó en Primera División en 2018: disputó 32 partidos y marcó su primer gol como profesional, lo que lo catapultó a uno de los clubes más grandes de Uruguay, Peñarol, en 2019. Sin embargo, su paso por el Carbonero no fue lo que esperaba. Con apenas cinco partidos jugados y sin títulos en su haber, Izquierdo buscó nuevos horizontes en Montevideo Wanderers. Allí, bajo la dirección de Mauricio Larriera y luego Daniel Carreño, volvió a demostrar su valía como defensor central. Su desempeño lo llevó a probar suerte en el extranjero con Atlético San Luis de México, aunque esta aventura duró poco y regresó a Wanderers a finales de 2021.En 2022, Nacional de Montevideo lo fichó, dándole una nueva oportunidad en el fútbol uruguayo. Pero la suerte no estuvo de su lado: una fractura por estrés en la tibia izquierda lo alejó de las canchas durante gran parte de la temporada. Aun así, Juan no perdió la esperanza, y al recuperarse, volvió a jugar, aunque con pocas apariciones.La tragedia llegó en el estadio Morumbí. En el Hospital Israelita Albert Einstein luchó por su vida durante varios días. A pesar de los esfuerzos médicos, Juan Izquierdo falleció este martes 27 de agosto, dejando un legado marcado por la superación personal y el amor al fútbol.