20 de agosto de 2024
El Gobierno tiene que demostrar que su modelo funciona
No se entiende muy bien por qué reemplazar el impuesto inflacionario por Ganancias, PAIS y Combustibles va a generar un impulso de las inversiones
Argentina sigue siendo el segundo país, luego de la isla de las Comoras, al este de África sobre el océano Índico, que más impuestos les cobra a las empresas. ¿Por qué invertir en un país en que a las empresas la esquilman con impuestos? En todo caso conviene esperar a ver los resultados de la política económica y, si se ve que bajan los impuestos, entonces sí se invertirá.
En definitiva, hasta ahora ha demostrado ser un Gobierno pro-aumento de impuestos, por tanto, no es que los empresarios tienen que creerles que van a reducir la presión fiscal, sino a la inversa.
Resulta realmente sorprendente que liberales que siempre han defendido la baja de impuestos, ahora justifiquen el aumento, como lo hicieron los anteriores gobiernos populistas.Cuando se ven estas contradicciones en que se justifica el intervencionismo como forma de resolver los problemas que dejó el intervencionismo, surge la pregunta: ¿Por qué ahora va a ser diferente?
Por eso, insisto, primero el Gobierno debe mostrar que está dispuesto a cambiar esta manía por castigar impositivamente al sector privado, creyendo que de esa manera va a lograr el éxito económico. En rigor, no se entiende muy bien por qué reemplazar el impuesto inflacionario por Ganancias, PAIS y Combustibles, va a mejorar las perspectivas de inversión.Una vez más cabe insistir en que no se ve cuál va a ser el motor que movilizará la economía como sostiene Caputo:
- Queda el consumo interno que, según el presidente La realidad es que los salarios reales crecen por mayor productividad de la economía, la que depende de la tasa de inversión y, según los datos de Orlando Ferreres y Asociados, la tasa de inversión viene cayendo fuertemente: 22% en el primer semestre, tras el derrumbe de 27,5% en junio.De ahí que no se entiende de dónde surge una mejora sostenible en el tiempo de los salarios reales, y tampoco la hoja de ruta que plantea Caputo cuando sostiene que, si la gente confía, la recuperación va a ser más fuerte y rápida.Tal vez habría que reformular la salida de este enredo cambiario y, sobre todo, empezar a tener un discurso consistente a lo largo del tiempo, algo que no se observa en este gobierno que puede pasar, sin escalas, de la dolarización y el cierre del BCRA a una política de peso fuerte.