4 de agosto de 2024
Con la dictadura de Cuba al mando, Lula, López Obrador y Petro sostienen los crímenes de Maduro en Venezuela
En el ámbito internacional, son los operadores de la “estrategia de demora y confusión”; simulando defender la democracia piden una información que conocen y que es de dominio público mundial
Las Américas y el mundo en el siglo XXI no son lo mismo de la segunda parte del siglo XX o de la Guerra Fría en que la dictadura de Cuba irrumpió y ensangrentó la región y el mundo creando guerrillas urbanas y rurales, realizando invasiones e intervenciones sangrientas, organizándose como el primer narcoestado de la región, estableciendo el terrorismo de Estado bajo justificación revolucionaria con presos políticos, torturas, exilio de millones y fusilamientos. Por eso han creado el “sistema de dictadura electoralista en que los pueblos votan pero no eligen”, para aparentar democracia mientras continúan cometiendo los mismos crímenes del castrismo del siglo pasado.
Los regímenes del socialismo del siglo 21 no pueden ganar en elecciones libres y limpias, por eso cometen una larga cadena de crímenes para falsificar un resultado que imponen por la fuerza y la violencia. Lo que pasa hoy en Venezuela ya ha sucedido en Bolivia desde la llegada al poder de Evo Morales con la crisis de 2019 y 2020, ya lo vimos en Nicaragua el 2021 y vivió la misma Venezuela. Los dictadores no ganan elecciones porque tienen el repudio popular de alrededor del 80% fundado en la miseria y la desesperación que producen en la gente.
Los efectos del triunfo del 28-J son vitales para la libertad y devastadores para las dictaduras de las Américas y del mundo, por eso, en lo interno la represión, la violación de los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad no tienen límite ni clemencia; y por eso en el ámbito internacional han decidido ganar tiempo para torcer la contundente evidencia en espera de que el respaldo y la movilización popular se debiliten.
Para la operación interna, el envío público a Venezuela de tropas especiales de la represión de Cuba (avispas negras y otros) para sostener el terrorismo de Estado y controlar a militares y policías nacionales son un recurso desesperado cuya efectividad tiene como límite la fortaleza del pueblo y el honor de los hombres y mujeres de armas venezolanos.Nada nuevo, es el castrismo, socialismo del siglo 21 o castrochavismo, el crimen organizado trasnacional operando para convertir a los criminales en políticos, a los narcos en empresarios, a los terroristas en líderes sociales, a los reos en ganadores de elecciones y a sus víctimas en acusados y culpables de los crímenes de los tiranos.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy