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25 de julio de 2024

Enfermedad de Alzheimer: paso a paso, cómo se realiza el diagnóstico

El uso de tecnologías como la resonancia magnética y la tomografía permiten identificar anormalidades en el cerebro y pueden ayudar a diferenciar esta patología de otros trastornos. Cuáles son los estudios que confirman la afección

>*Este contenido fue producido por expertos de Mayo Clinic y reproducido en la revista “Understanding Alzheimer’s - Your Guide to Brain Health”, publicada en Estados Unidos

Los síntomas del Alzheimer son cognitivos y conductuales, tales como problemas de memoria, de orientación, confusión, entre otros. Lograr un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado es indispensable para proteger la calidad de vida.

Examen neurológico. Para esta prueba, su médico evaluará su salud neurológica general al probar:

    Pruebas de laboratorio: los análisis de sangre pueden ayudar a descartar otras posibles causas de pérdida de memoria y confusión, como un trastorno tiroideo o deficiencia de vitaminas.

    Las formas más extensas de pruebas neuropsicológicas pueden proporcionar detalles adicionales sobre la función mental en comparación con personas de edad y nivel educativo similares. Estas pruebas también son importantes para establecer un punto de partida para rastrear la progresión de los síntomas en el futuro.

    La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado el uso de tomografía por emisión de positrones (PET) para identificar placas de beta-amiloide en el cerebro. La beta-amiloide, un biomarcador de la enfermedad de Alzheimer, se deposita en el cerebro años antes de que se desarrollen los síntomas. Con el tiempo, esta proteína se agrupa y forma placas endurecidas.

    El tau es otro sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer. Los estudios sugieren que los depósitos de tau en el cerebro están más relacionados con los síntomas de la enfermedad de Alzheimer que los depósitos de beta-amiloide. Los investigadores continúan estudiando el desarrollo de tau en el cerebro en un esfuerzo por encontrar características diagnósticas que se puedan usar para ayudar a diagnosticar la enfermedad de Alzheimer.

    Una exploración PET que no muestre una cantidad específica de amiloide o tau puede usarse para descartar el Alzheimer. Sin embargo, una exploración positiva, una que muestre un aumento de amiloide y tau, es menos concluyente. No necesariamente descarta la presencia de otras enfermedades, además del Alzheimer.

    Tanto las tomografías por emisión de positrones (PET) de amiloide como de tau se usan principalmente en entornos de investigación. Las exploraciones PET de amiloide están disponibles en algunos centros médicos, pero rara vez se usan en entornos clínicos. Las exploraciones PET de tau se usan estrictamente para investigación.

    Estas son algunas de las que usan los médicos de forma frecuente. Aunque pueden parecer simples, están diseñadas para ser desafiantes.

    Existen kits de cribado que detectan cambios genéticos vinculados a formas de Alzheimer de inicio temprano y tardío, pero los especialistas no suelen recomendar las pruebas genéticas rutinariamente.

    El cribado del alelo e4 del gen de la apolipoproteína E (APOE) asociado con la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío no tiene mucha validez clínica en este momento. Tener la mutación no garantiza que desarrollará la enfermedad, y no tenerla no significa que no la desarrollará. Por estas razones, además del hecho de que no hay una terapia preventiva disponible, las pruebas genéticas para el gen APOE no se recomiendan fuera de los entornos de investigación.

    Los investigadores continúan estudiando los cambios en el cerebro que ocurren antes de que alguien muestre signos y síntomas de la enfermedad de Alzheimer. La esperanza es que, al detectar estos cambios más temprano, los medicamentos y otras intervenciones puedan evitar que la enfermedad se asiente en el cerebro. Este conocimiento también puede llevar a nuevos tratamientos.

    Los biomarcadores ya se usan para detectar otras enfermedades, como la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el cáncer. Se realizan ciertas pruebas para mostrar si tienes estas condiciones, incluso si no tienes ningún síntoma. La idea es utilizar el mismo enfoque con el Alzheimer.

    Es importante tener en cuenta que la presencia de proteínas beta-amiloide y tau no garantiza que una persona desarrolle síntomas cognitivos de la enfermedad. Algunas personas con estos depósitos de proteínas nunca desarrollan deterioro cognitivo.

    Los investigadores continuarán probando y refinando este marco. Algunos estudios actuales están investigando si otros tipos de pruebas también pueden ayudar a predecir quién desarrollará la enfermedad de Alzheimer.

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