17 de julio de 2024
Granos: ¿Qué tan larga puede ser esta malaria?
Soja y maíz en los peores precios de los últimos años, inician la semana en Chicago con nuevas y alarmantes bajas. La opinión de los principales analistas estadounidenses
La ecuación es clara. Si no hay buenas señales por el lado de la oferta, las esperanzas se depositan en la demanda, como último recurso para mejorar el balance y reducir los stocks finales. Los biocombustibles pueden generar este cambio, aunque no en el corto plazo. Entonces todo queda en manos de las exportaciones estadounidenses, y en ese caso habrá que esperar a ver cuánto maíz genera China, qué pasa con sus importaciones y cómo funciona la competencia con Brasil, Argentina y Ucrania. Por ahora el escenario no es decididamente malo, pero no parece que los despachos estadounidenses puedan ponerse al hombro una posible recuperación de los precios.
Dana Mantini, analista de DTN, destaca que los fondos siguen muy vendidos, algo inusual y preocupante justo cuando entramos en la delicada etapa de polinización del maíz en el corazón productivo de Estados Unidos. La posición de estos actores de peso se ha radicalizado después del informe USDA del último viernes. Aunque el reporte no le dio la espalda al Naomi Blohm , analista y bróker estadounidense, destaca que el ánimo de los farmers se ha deteriorado tras el reporte de área sembrada y stocks al 1º de junio, difundido a fines del mes pasado por el USDA. Una superficie cultivada mayor de lo esperado pareció dar a los operadores la idea de que es posible una cosecha récord de maíz en Estados Unidos. No solo eso, el organismo anunció que las existencias del cereal a comienzos del sexto mes el año eran 3.3 millones de toneladas mayores a lo que esperaba el mercado, y entonces los fondos continuaron presionando el botón de venta.¿Y la soja? Los fundamentos del uso de aceite de soja para biodiesel parecen prometedores de cara a un fuerte mercado energético y la temporada de turismo de verano que se avecina en el país del norte. Si bien estar vendidos ha beneficiado a los fondos, una vez que decidan que ha llegado el momento de acumular ganancias, quizás busquen al aceite de soja para ir hacia arriba. Algo de eso ha estado pasando recientemente, pero volvió a frustrarse.
Blohm se pregunta si es posible pensar en una soja por debajo de USD 360 en Chicago. Las modestas exportaciones de Estados Unidos y la alta producción en Brasil dejan a los productores de Siempre está la ilusión de que algunas cosas se corrijan. El USDA está utilizando un rendimiento elevado en sus estimaciones, lo que se traduce en stocks finales en torno de 12 millones de toneladas para 2024/25. Es una razón para que los precios de la soja sean más bajos (¿cuánto de esto ya puede estar incluido en las cotizaciones actuales?, es otra pregunta interesante).El problema es que Chicago queda en Estados Unidos y las perspectivas exportadoras 2024/25 para la soja de este país son hasta acá muy pobres. Y para entonces se espera que Brasil genere cerca de 170 millones de toneladas de soja; la competencia para el país de las barras y las estrellas se complica un poco más cada campaña.
Jenzen cree que las decisiones de comercialización de los agricultores deberían tener en cuenta este cambio en las expectativas, ya que los mercados están señalando que un repunte en los precios durante la temporada de crecimiento es menos probable que en años anteriores. En cuanto a esperar para vender, claramente hay un riesgo.
Los niveles de precios más bajos y un rango más estrecho de resultados esperados indican que el mercado cree que el resto de 2024 tendrá una volatilidad menor que en años anteriores. A su vez, la dinámica de las distribuciones de precios sugiere que el potencial de un salto en los valores también está disminuyendo más rápidamente de lo habitual. Karen Braun, de Reuters, advierte que los temores sobre la oferta prácticamente han desaparecido, de ahí la posición extremadamente vendida de los fondos.Mientras tanto, los farmers mantienen las mayores reservas de maíz en sus campos desde 1988, debido a que las cuentas no animan a vender. Se considera que se trata de un gran obstáculo para esperar una mejora en los precios a corto plazo.
Al productor estadounidense los números no le cierran. Desde la Universidad de Illinois, Scott Irwin, dice que las pérdidas de maíz podrían superar fácilmente los 200 dólares por hectárea. “No está terminado, todavía podría volverse caluroso y seco en la segunda mitad de la temporada de crecimiento y los precios podrían recuperarse”, dice poniéndole una cuota de optimismo al asunto.Para entender lo que sucedió, desde Farm Futures explican que la seca de abril es hoy apenas un recuerdo, lo mismo que los temores del mercado ante la inminencia de la siembra. Todo el escenario productivo se ha vuelto muy amigable. Incluso la semana pasada el huracán Beryl se encargó de sepultar las preocupaciones que pesaban sobre el este del Corn Belt, repartiendo humedad a propios y extraños.“Hasta acá no hay razones para racionar el maíz o la soja con precios más altos- subraya Suderman-. No tenemos escasez de ninguno de los dos, pero no somos inmunes a un problema climático. Si los rendimientos de cualquiera de los cultivos caen un 5% con respecto a la tendencia actual, entonces puede desarrollarse un racionamiento”.
Si bien la tendencia se mantiene a la baja, con un sentimiento negativo muy pesado, no falta quien cree que en algún momento el mercado mostrará señales de haber tocado fondo y probablemente se producirá un rebote o un repunte posterior a la cosecha. En términos de precios nada está escrito en piedra, y la fe es lo último que se pierde.