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22 de mayo de 2023

El federalismo, una de las banderas de un Presidente que nunca dejó de sentirse gobernador

El mandatario de Santa Cruz encaró una gestión "completamente federal" que cambió la realidad de las provincias al poner el foco en la promoción de la equidad territorial.

Por Martín Piqué 21-05-2023 | 21:11

Con el gobernador pampeano Rubén Marín.

Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada desde una provincia periférica, desde uno de los distritos de la Patagonia a los que él mismo solía llamar "las provincias olvidadas" cuando describía las asimetrías del país reflejadas en un "norte pobre, un centro rico y un sur olvidado", y ese diagnóstico fue el punto de partida de una política que se propuso restaurar el poder del Estado nacional y al mismo tiempo promover un federalismo que compensara las desigualdades.

El vínculo con las provincias que Kirchner puso en marcha a partir del 25 de mayo de 2003 estuvo atravesado por la búsqueda de esos dos objetivos, y esa determinación tuvo medidas emblemáticas, como la reparación histórica para Formosa firmada a los tres días de su asunción o el anuncio para la "segunda reconstrucción de San Juan" que preveía una batería de obras, entre ellas la finalización del postergado Centro Cívico de la capital sanjuanina.

En lo simbólico, ese conjunto de iniciativas tuvo un primer gesto en el involucramiento personal para poner fin al conflicto docente en Entre Ríos con un repentino viaje a Paraná junto a Daniel Filmus, mientras que en materia de asignación presupuestaria -la clave para evaluar a un Gobierno- la prioridad estuvo puesta en ampliar el tendido de rutas y garantizar el acceso de todas las provincias al interconectado eléctrico, del que muchas jurisdicciones habían estado excluidas.

A partir de estas variables del proyecto político que llegó al poder hace veinte años, dos protagonistas de aquellos días -el hoy diputado nacional José Luis Gioja y José Pepe Salvini, amigo personal de Kirchner desde la infancia- encuadraron aquella administración como "un Gobierno completamente federal" que cambió la realidad de las provincias al poner el foco en la promoción de la equidad territorial.

Tras expresar su acuerdo con esa definición, Gioja resaltó en diálogo con Télam que él "tuvo el privilegio" de gobernar San Juan por tres mandatos consecutivos, entre el 2003 y el 2015, "primero con Néstor y con Cristina después", un período de doce años en el que, marcó, "pudimos hacer de todo" y que resumió en un lema: "Soñar y hacer".

Gioja contrapuso esa relación entre el Estado nacional y las provincias -una sinergia alimentada por la sintonía política y humana de quienes gobernaban- con lo que observa hoy en la cúpula del Poder Judicial, que muestra a una Corte Suprema como ariete del centralismo porteño y que incurre "en el ejercicio de ir negando la democracia" y las autonomías provinciales a través de un "festival de cautelares".

Otra voz consultada por Télam fue la un coterráneo de Kirchner, su exasesor Pepe Salvini, con quien el fundador del ciclo de gobierno iniciado en 2003 compartió la escuela primaria y que fue uno de sus acompañantes en las giras por la Argentina que el dirigente santacruceño comenzó a realizar cuando era intendente de Río Gallegos.

Con el santafesino Carlos Reutemann.

Esas recorridas se multiplicaron durante la gestión de Fernando de la Rúa, recordó Salvini, porque "Néstor quería crecer nacionalmente y conocer el país" y se convirtieron en "una oportunidad histórica" para la proyección del gobernador de Santa Cruz, quien tras la declinación económica del menemismo y la crisis de la Convertibilidad se presentaba como el antagonista más nítido de esas ideas desde las filas orgánicas del peronismo.

Salvini, quien años después sería designado secretario de Coordinación de Asuntos Regionales, recordó una anécdota sobre el rol de confrontación en defensa de las provincias que Kirchner buscaba ejercer en esos años.

"Cuando De la Rúa fue electo presidente pero aún no había asumido, De la Rúa hablaba con (Carlos) Corach y con todos los ministros de entonces. Entonces, el Flaco (por Kirchner) salió públicamente a pegarle diciéndole que el presidente electo tenía que hablar con los gobernadores que se quedaban en las provincias y no con los ministros de Menem que se estaban yendo. Eso derivó en una reunión con De la Rúa en su departamento, a la que lo acompañé yo", reconstruyó Salvini.

Para el exasesor de Kirchner, la clave de ese encuentro -del que dio cuenta el diario La Nación, con la foto de rigor- fue que el gobernador peronista de Santa Cruz transmitió a quien estaba por asumir la Presidencia "un planteo federal" en defensa de los Estados provinciales, que por entonces eran destinatarios de un ajuste a través de "los pactos fiscales y las transferencias de gastos en salud y educación".

La relación con los gobernadores

Con estos antecedentes, y tras llegar a la Casa Rosada con el 22% de los votos, Kirchner buscó consolidar una relación directa con los mandatarios provinciales: se relacionaba con ellos como un par, con la autoridad de su historial como tres veces gobernador (1991-1995, 1995-1999, 1999-2003).

Con muchos de ellos había construido lazos de confianza al convertirse en uno de los "jetones" (voceros públicos) del Frente Federal Solidario que expresaba las posiciones de las provincias chicas en el Consejo Federal de Inversiones (CFI); en contraste, la relación nunca logró ser buena con su par de Córdoba, José Manuel de la Sota, quien -para sumarle otro factor de tensión- no aceptaba su conducción dentro del peronismo.

A las diferencias ideológicas, que también provocaron distancia con los gobernadores Carlos Ruckauf (Buenos Aires) y Carlos Reutemann (Santa Fe), se sumaba también un factor estructural de la historia económica argentina, que el santacruceño tenía muy presente: la concentración del producto bruto geográfico, de las oportunidades y de la inversión estatal en la zona núcleo agroindustrial (pampa húmeda).

"El Flaco decía que las provincias del Norte estaban empobrecidas históricamente producto de las políticas del centro del país, que no casualmente es la región histórica de los puertos de Buenos Aires y Rosario", subrayó Salvini, para así poner el foco sobre una de las claves desde las que Kirchner entendía el federalismo: la promoción de un país más equilibrado y con mayor equidad entre las distintas jurisdicciones.

Por otro lado, el vínculo del kirchnerismo con los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, al igual que con San Luis, estuvo durante largos años afectado por el reclamo judicial interpuesto por esas provincias contra la prórroga en la deducción del 15% de la masa coparticipable de esos distritos que se destinaba a fortalecer a la Anses, el organismo clave de la seguridad social y de las políticas de ampliación de derechos como la AUH.

La continuidad de ese descuento se votó en el Congreso en 2006 en el marco de la ley de Presupuesto, lo que sostenía un acuerdo previo entre el Estado nacional y las provincias del año 1992 que establecía esas deducciones: la Corte Suprema, finalmente, consideró que la decisión era inconstitucional y ordenó devolver los fondos.

Más allá de litigios puntuales, la inversión pública con criterio federal y "reparatorio" hizo posible la ampliación del interconectado eléctrico, la extensión de la red vial a zonas con intransitables caminos de ripio o la construcción de escuelas, diques, estadios deportivos, teatros, salas de atención médica y centros culturales, entre muchas otras iniciativas; se trató de un shock de obras de infraestructura que tuvo un altísimo impacto en las provincias.

Con Julio Miranda, gobernador de Tucumán.

El sanjuanino Gioja, junto al formoseño Gildo Insfrán, el entrerriano Jorge Busti y el pampeano Rubén Marín, gobernadores con los que el entonces presidente Kirchner construyó también una buena relación, fue testigo de cómo ese plan de inspiración keynesiana se ponía en marcha en la segunda mitad de 2003.

"Con Néstor pudimos hacer de todo. Antes de asumir, durante un acto de 2003, firmamos lo que se llamó la segunda reconstrucción de San Juan y pudimos cumplir y hacer todo lo que habíamos escrito: el Centro Cívico, que estuvo 28 años parado; la parquización con mangueras enterradas de la avenida de la Circunvalación; la ruta 150 que une Ischigualasto con Jáchal; terminar el Hospital Rawson; erradicar asentamientos de emergencia; construir decenas de miles de viviendas; dos diques que estaban ejecutados entre el 5% y el 10%; el primer parque solar foltovoltaico de Latinoamérica; el Estadio y el Teatro del Bicentenario, dos obras emblemáticas que los sanjuaninos disfrutamos permanentemente", enumeró a Télam a modo de resumen.

Y sobre el rol de Kirchner como mandatario y al finalizar la Presidencia, agregó: "Era el mejor gestor nuestro. Si alguna cosa se quedaba o faltaba, él te la resolvía. Era un apasionado que entendía la política como la actividad para solucionar los problemas del pueblo. Pero además era un tipo que siempre estaba, que siempre respondía".

"El día que Néstor, sorpresivamente, anuncia el desendeudamiento con el Fondo, que fue de tarde, en 2005 o 2006 (NdR, el 15 de diciembre de 2005), yo lo llamé para felicitarlo. No lo ubiqué pero a las dos horas me llama él, para devolverme el llamado. ¿Y sabes qué me contestó? Me dijo: Esto (la cancelación de la deuda con el FMI) solo lo hacemos los peronistas. Yo no cabía dentro de mí. Ese era Néstor", contó Gioja.
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