La herida no va a cicatrizar a corto plazo (ni a largo tampoco) pero al menos, a modo de bálsamo o premio consuelo, la Selección argentina se trajo una actuación con brillo y goleada incluida por 4 a 2 en el domicilio de la Alemania campeona del mundo, la misma que le privó el sueño de campeón en Brasil 2014. De todas maneras, como no tiene sabor a revancha, quedó marcado porque fue el inicio del proceso de Gerardo Martino al frente del combinado nacional, con toda la ilusión por lo amplio del resultado, aunque con la mesura lógica que hace relativo cualquier encuentro amistoso, por más que se trate de las dos potencias más fuertes en el globo terráqueo.
Acá, Tata. Lo más significativo del duelo tuvo que ver con el bautismo del “Tata”, después de conducir sin tanto éxito a Barcelona de España, pero fue el sucesor natural tras la confirmada salida de Alejandro Sabella una vez finalizado el Mundial. Martino no anduvo con vueltas y fue protocolar con los muchachos que venían de sacar el subcampeonato en tierras brasileñas, así que poco se pudo ver su mano en este juego, asignatura que podrá apreciarse para los próximos amistosos. De todas maneras, fue atractivo en el rendimiento, con cuatro goles que invitan a creer, y con algo de rotación de balón acompañado de profundidad, vital para alimentar la esperanza. Para este juego, la presencia de Eric Lamela de entrada y el ingreso de Nicolás Gaitán en el complemento, fueron los únicos rasgos que aplicó fuera del sistema de “Pachorra”. Ni siquiera pudo tener a su astro y capitán, Lionel Messi, a quien conoce a la perfección, a causa de una lesión. Por eso, no hay mucho más para el análisis. Respetó lo que se venía haciendo, su idea quedará plasmada en los próximos cotejos. Con la abultada distancia, el equipo reguló, y de esa forma llegaron los descuentos de Schurrle y del verdugo en Brasil, Mario Gotze.
Di María, infalible. Fulminante actuación de Angel Di María. Tres asistencias milimétricas y un gol que redondean su gloriosa tarde en Dusseldorf. Medido con regla fueron los pases para Sergio Agüero y Lamela en los dos primeros goles; con elevación milimétrica el envío de tiro libre que viajó a la cabeza de Federico Fernández en el tercer grito; excelsa definición en el mano a mano para liquidar el pleito, con el ingreso de la pelota con un poco de suciedad, que no opaca la real intención. Sin dudas, “Fideo” tendrá un papel vital en esta película que tendrá que protagonizar desde el banco Martino. Indispensable. Y sin dudas, el mejor socio de Messi en la creación. 
Aprobado. Examen más que aprobado para el “Tata”, no solo en el resultado, pero siendo consciente que es apenas una presentación. Lo de mayor importancia está en camino, donde no tendrá vinculación esta goleada histórica en suelo alemán. Para eso, buscará arropar de la mejor manera al mejor del mundo, Messi, que garantice liderazgo, jerarquía e ilusión.

AGÜERO
Cuando marcó, Argentina nunca perdió: 17 victorias y 3 empates. Ya tiene 22 goles en la Selección: 15 de derecha, 5 de izquierda, 2 de cabeza.

HISTORIAL
En amistosos, Argentina golea: 8 victorias, 2 empates y 2 derrotas. Y ayer extendió el historial general: 10 a 7.

CAMPEONES
Las últimas dos veces que Argentina se midió con recientes campeones del mundo, goleó: 4-1 a España en Buenos Aires y 4-2 a Alemania.

ÚLTIMO 4-2
Argentina no ganaba así desde el 25/05/2011, en Resistencia ante el Paraguay del “Tata” Martino. Y hace 30 años, Bilardo empezaba su ciclo con un 3-1 a Alemania.