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ECONOMIA

22 de julio de 2015

Los pañales de tela vuelven al ruedo

Es una opción “verde” y económica. Las mamás dicen que son cómodos, estéticos y que el lavado es sencillo y rápido. Cada vez hay más adeptas.


Córdoba no es la excepción. En la provincia también hay muchas mamás que están ex­perimentando con este tipo de pañales que se adquieren a través de compras comunitarias 
en Buenos Aires o por páginas web de China. Muchas mujeres, incluso, los confeccionan. También se pueden reciclar (con telas de remeras o toallas) y hay sitios donde se compran y venden pañales de tela usados (http://on.fb.me/1CMtkRc).

En principio, no se trata de los viejos chiripás de gasa (aunque también siguen existiendo) sino de pañales de tela que se asemejan a la ropa. Están los modelos que llaman “ajustaditos” de polar y los “cobertores” con tela impermeable o lana natural, que reemplazan a la vieja bombacha de goma.

El pañal tiene una especie de bolsillo interior donde se coloca un absorbente de bambú charcal o de bambú natural, de cáñamo o microfibra. Con elásticos, para evitar pérdidas y broches para ajustar, según el crecimiento del bebé.

Los pañales se cambian cada tres o cuatro horas, igual que los descartables. Y se lavan a mano, con jabón blanco. Algunas mamás utilizan el lavarropas después de enjuagarlos a mano, aunque los pediatras recomiendan cuidar eventuales contaminaciones.

Por otra parte, el ahorro es sustancial. Un bebé gasta unos 15 mil pesos en pañales des­cartables en dos años y medio. Según cálculos de mamás consultadas, el gasto en un año de descartables equivale a la mitad de lo que se invierte en tres años de pañales ecológicos.

Un bebé necesita al menos 10 pañales de tela. Aunque lo ideal es tener unos 15, para no quedarse sin limpios o secos.

Un pañal de tela nuevo puede costar 250 pesos en un negocio de Buenos Aires, aunque en las tiendas virtuales de China se consiguen cuatro por 180 pesos. Pero también hay usados.

El fenómeno se va extendiendo boca a boca o a través de una página de Facebook (Pañales de tela en Argentina). En Córdoba, un grupo de madres organizó la Primera Expo de Pañales de Tela (http://on.fb.me/1MyOUsC) que en el Museo de las Mujeres 

Una opción ecológica

Nadia Méndez (33), arquitecta y mamá de dos niñas (Emma es la última, de 11 meses), descubrió los pañales de tela de casualidad gracias a una web de ventas de China. Y María Soledad Guzmán (42), licenciada 
en Comunicación Social, llegó a los pañales ecológicos a través de una página de Internet sobre “partos humanizados”. También es madre de dos hijas. La menor, María Josefina, de un año y ocho meses, los utiliza.

Cecilia Serena tiene una beba de siete meses y hace más de cinco que no usa descartables ni toallitas para higienizar. ”En mi caso quise usar desde el nacimiento los pañales pero los unitalla (talla única) le quedaban grandes. En cuanto ganó 
un poco de peso pude usarlos sin problema”, explica.

Los pañales se confeccionan con telas absorbentes y impermeables. Los de talla única pueden utilizarse desde que los bebés nacen hasta que dejen de utilizarlos (dos años y medio, aproximadamente) ya que tienen broches que se van adaptando al crecimiento.

“Nosotros conocimos los pañales al año y unos meses y no lo dudamos. Nos benefició muchísimo para curar la piel de mi gordo. No es un cambio fácil porque hoy no podemos estar full time con nuestros bebés y nos cuestan las adaptaciones y encontrar apoyo”, cuenta Naty Lara.

“Usar telas es una opción sana, no tiene compuestos malos para nuestros hijos y hay hermosa telas naturales y orgánicas. Es ecológica, no generamos desechos que tardan años en descomponerse, usamos telas que se lavan y el uso del agua es mucho menor que el uso que se gasta para producir descartables. Es económica, no hay comparación e incluso muchas mamás hacen los suyos reciclando y, a veces, las que no cosen inventan dobleces con remeras”, detalla Jésica Basabilbaso.

Celeste Miranda también es una mamá cordobesa, usuaria de pañales ecológicos. “Los conocí por Internet y como mamá primeriza entré al mundo con muchas dudas. Mi bebe tiene 16 meses y hace un año que lo usamos”, cuenta. Y asegura que se nota la diferencia entre el pañal ecológico y los descartables. “La tela es mucho más suave, sin químicos y en verano son mucho más fresquitos”, sostiene.

Celeste enjuaga los pañales a mano y luego los pone en el lavarropas.

Lavar a mano

Nadia Méndez empezó a usarlos con su segunda hija. “Al principio dije: ‘¿Pañales de tela? No quiero lavar pañales de tela’”, cuenta. Luego buscó una página en Facebook donde se encontró con otras madres que usan ecológicos. “En el exterior es más normal. En Estados Unidos, Canadá, España”, enumera.

Soledad Guzmán los descubrió de casualidad y decidió usarlos por razones ecológicas y económicas. “Los lavo a mano, lo importante es que no les quede jabón”, explica. Y agrega: “La gente piensa que no existen más. Un pañal de tela es un descartable menos al ambiente”.

Nadia coincide: “Muchos no conocen. Lo primero que te dicen es: ‘vos estás loca’”. “No somos madres sacrificadas que están todo el día lavando. Se puede, lo importante es querer. A los chicos les dejamos un ejemplo del mundo que queremos para ellos”, concluye.

Las razones de quienes los utilizan

Por ser ecológicos. Porque son naturales y no contienen químicos.

Para evitar la contaminación. Los pañales desechables tardan unos 500 años en degradarse. “Si pensamos que un niño o niña usa alrededor de ocho mil pañales descartables hasta que aprende a ir al baño y lo multiplicamos por la cantidad de criaturas que hay en cada ciudad o pueblo, ya podemos tener una idea de las toneladas de basura inorgánica que se genera con el uso de pañales desechables. Además, la fabricación de estos pañales demanda la tala de decenas de miles de árboles, el consume de litros de agua y de cantidades enormes de energía que podría ahorrarse”, plantean las organizadoras.

Por economía doméstica. Los pañales de tela tienen en principio un costo más alto que un paquete de desechables, pero se compran una sola vez durante la vida del niño o niña y si son de buena calidad pueden usarse con sus hermanas o hermanos o bien pueden venderse en páginas dedicadas a la reventa de pañales usados, con lo cual, se recupera el costo inicial de inversión. Lo que se gasta en un año de pañales descartables equivale a la mitad de lo que se invierte en tres años de pañales de tela.

Por estética. Los pañales de tela tienen modelos diferentes. Vienen de colores, lisos, con dibujos, con apliques. 

Por comodidad. Si bien se puede pensar que lavar pañales de tela es engorroso, quienes los utilizan dicen que no lo es tanto. Además, están disponibles en todo momento y no te quedás sin ellos en ningún momento.


 

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