5 de diciembre de 2025
Silbidos, “el bombo de la polémica” y un error nunca más visto: el peor sorteo que marcó la historia de los Mundiales

En la antesala de España 82, y con la presencia de un jóven Príncipes de Asturias, la FIFA quedó en el ojo de la tormenta por varios errores durante la conformación de los grupos de la Copa del Mundo que luego ganaría Italia
Los españoles vivían una época de plena democracia. Ya sin rasgos del régimen dictatorial de Francisco Franco, que se extendió por más de cuatro décadas, hacía varios años se había iniciado el reinado de Juan Carlos I. Y fue justamente su pequeño hijo, el por entonces Príncipes de Asturias Felipe -tenía 13 años-, uno de las principales atracciones de una gala que se organizó en el Palacio de los Congresos de Madrid.
Uno de los hitos de aquella Copa del Mundo en territorio ibérico fue que, por primera vez, 24 selecciones conformaron el máximo certamen de fútbol masculino. Divididos en seis grupos de cuatro selecciones, el primer conflicto se generó con la elección del último cabeza de serie, otra de las renovadas medidas que adoptó la FIFA.
Con la distribución definida, la organización optó por usar los bombos de la Lotería española y a los jóvenes de San Ildefonso, una tradición que rodea los sorteos de Navidad y en los que los niños cantan los números que salen sorteados para el famoso Gordo navideño. Así pues, se había definido que iba a existir el criterio para que no se cruzaran las selecciones sudamericanas. Es por eso que en el Bombo 3, conformado por Bélgica, Escocia, Francia, Irlanda del Norte, Chile y Perú, estos dos últimos iban a introducirse en el bolillero una vez que se quitaran las primeras dos bolas que iban a estar destinadas al grupo de Argentina y Brasil, en ese orden.
Así, sin mediar nuevos sorteos de bolillas, en el viejo cartel electrónico se remendó la falla y el seleccionado argentino, cabeza de serie del Grupo III, apareció junto a Bélgica, mientras que en el VI se sumó a los escoceses con Brasil. Una postal que nunca más se vio en los siguientes sorteos del Mundial.
Pero esa no fue la única vez que se rompió una bolilla. “Se paró la bola, se paró la bola que viene para el grupo de España”, volvieron a repetir en la TV cuando otra de las bolas quedó atascada y tuvieron que usar un palo de madera para retirarla de esos inmensos bolilleros.
“Perplejos sin saber qué hacer, alguien les ha dado una mano”, remató la comentarista de la televisión española sobre la definición de la bola que contenía el papel con la bandera de Austria, combinado europeo que viajó de manera imaginaria a la zona de Alemania Federal.
En el caso del Grupo III, los protagonistas fueron Argentina, Bélgica, Hungría y El Salvador (Alicante y Elche), seguidos por el IV con el polémico Inglaterra como cabeza de serie junto a Francia, Checoslovaquia y Kuwait (Bilbao-Valladolid). Ya en la zona V, participaron el local España acompañado por Honduras, Yugoslavia y El Salvador (Valencia-Zaragoza) y el VI quedó con Brasil, Unión Soviética, Escocia y Nueva Zelanda (Sevilla-Málaga).
Hace 43 años, el mundo vio por primera vez a Maradona en una cita mundialista. También a la recordada Verdeamarela de Zico, Cerezo, Batista, Sócrates y otras glorias que no pudieron llegar a la final. Otro ícono del fútbol mundial como Karl-Heinz Rummenigge no pudo liderar a los alemanes a un nuevo título que fue para los italianos que irrumpieron de la mano de su goleador Paolo Rossi y con el genio de Dino Zoff en el arco.


