2 de diciembre de 2025
Keir Starmer advirtió que el régimen de China representa una “amenaza de seguridad nacional” para el Reino Unido
El primer ministro remarcó que, pese a su postura crítica, su gobierno apuesta por fortalecer los lazos comerciales con Beijing y rechaza caer en extremos de acercamiento o confrontación total
El giro público del primer ministro se produce meses después de que un juicio por presunto espionaje colapsara porque, según Reuters, el Gobierno británico evitó describir formalmente a China como una amenaza de seguridad, una definición clave para sostener la acusación. La decisión generó cuestionamientos dentro de Westminster y presionó al Ejecutivo para clarificar su postura.
El Gobierno laborista prepara una visita oficial de Starmer a China en 2026, según adelantaron fuentes citadas por Reuters. El viaje seguiría la ruta de varios ministros que ya han viajado a Beijing desde la llegada del laborismo al poder.
En paralelo, el Ejecutivo mantiene restricciones en áreas consideradas sensibles, como telecomunicaciones, tecnologías estratégicas y cadenas de suministro críticas. Desde 2020, Londres ha aplicado controles más estrictos a la participación de empresas chinas en infraestructura nuclear y al uso de equipamiento de Huawei en redes 5G, medidas que permanecen vigentes.
Starmer busca colocar esa estrategia en un marco pragmático: una política exterior que combine protección de la seguridad nacional con apertura selectiva al mercado chino. Su desafío será sostener esa línea sin presiones internas que empujen hacia un mayor endurecimiento ni tensiones externas que limiten el margen para el diálogo.


