28 de noviembre de 2025
“Me quedé sin dinero y pedí un crédito de USD 60.000”: la historia desconocida de Pedro Cachin y una impactante confesión sobre su retiro

El cordobés, que recientemente anunció su alejamiento del tenis profesional, revela el drama que vivió antes de su despegue en el circuito y cuenta cómo se quedó sin combustible luego de llegar a la cima
En su relato aparece un niño que descubrió la raqueta casi por accidente, durante unas vacaciones familiares en Monte Hermoso. Allí, entre juegos en la playa, “alguien me vio” golpear una paleta y les sugirió a sus padres que el chico tenía buenos gestos técnicos. Fue el origen de un vínculo que moldeó toda su vida, incluso más allá de la lógica familiar: “Nadie en mi familia había tocado jamás una raqueta”.
Ese sueño, alimentado por ídolos y finales imborrables como la de Roland Garros 2004 entre Coria y Gaudio, fue configurando la brújula de un chico que creció entre canchas de polvo de ladrillo y expectativas externas.
Su carrera fue un largo ejercicio de resistencia: fracturas, temporadas completas lesionado, torneos jugados con dolor, viajes interminables y un momento crítico a finales de 2018, cuando se quedó sin dinero para seguir compitiendo.
Lo que vino después fue un renacer inesperado. Con objetivos escritos a mano, inició 2021 disputando un M15 en Turquía como número 370° del ranking. Su meta era ingresar a la qualy del Abierto de Australia 2022. Lo logró. Y a partir de ahí su vida cambió.
Ese año fue, tal vez, el mejor de su carrera: “En poco más de cinco meses gané 4 títulos Challenger, pasé la qualy -y una ronda más- de Roland Garros y jugué tercera ronda del US Open. Me metí top 100 por primera vez en mi carrera”, evoca. Lo sorprendente es que todo ese ascenso lo hizo lesionado: una sindesmosis lo obligaba a dormir conectado a magnetoterapia y a lidiar con un dolor permanente. “No sé cómo, pero tirado de una voluntad superior, logré ahuyentar el sufrimiento de mi cabeza”, confiesa.Era, en la superficie, el momento ideal. Pero en silencio empezaba a gestarse algo que él mismo define como una paradoja emocional. “El haber dedicado más de 20 años a un deporte con forma de trabajo, y conseguir el sueño de ser top 50 del mundo, fue un ‘alivio’ tan intenso que nunca más quise luchar para ir por ello una vez más”.
En el cierre, el cordobés le habla a cualquiera que alguna vez se aferró a una meta: “Por más delirante y lejano que parezca un sueño, no dejes nunca de luchar y trabajar por alcanzarlo. Si lo hacés, tu cabeza dormirá tranquila independientemente del resultado”.
A los 30 años, Pedro Cachin elige contar su historia con el alivio de quien ya no debe demostrar nada. Eso es lo que siente. En su ley, el tenis es como la vida: no solo se trata de llegar, sino de saber cuándo soltar.


