19 de noviembre de 2025
Al menos cinco turistas murieron tras una tormenta en la Patagonia chilena
Dos mexicanos, dos alemanes y una británica formaban el grupo sorprendido por vientos de 193 kilómetros por hora y una nevada súbita mientras avanzaban por una ruta de alta montaña en el Parque Nacional Torres del Paine
Una de las víctimas, un ciudadano mexicano, fue hallado sin vida dentro del parque. Una mujer, también integrante del grupo, logró ser evacuada con un cuadro avanzado de hipotermia, pero murió durante el traslado a un refugio. Otro excursionista consiguió comunicarse con los equipos de emergencia y fue rescatado con vida.
La tormenta que atrapó a los caminantes no fue un fenómeno menor. En el punto donde se extraviaron se registraron ráfagas de viento de hasta 193 kilómetros por hora, una intensidad equivalente a un huracán de categoría 3. A ello se sumaron nevadas repentinas y temperaturas que cayeron en cuestión de horas, un patrón habitual en la Patagonia austral pero devastador para quienes quedan expuestos en zonas abiertas o con escasa protección.Los equipos de rescate —integrados por Carabineros, el Ejército, personal de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y especialistas en alta montaña— avanzaron con dificultad debido al mal tiempo persistente.La CONAF decretó el cierre preventivo de varios sectores del parque para facilitar las operaciones y evitar que nuevos visitantes se expongan al riesgo. Torres del Paine, con sus 227.000 hectáreas de montañas, glaciares y lagos de tonos turquesa, es uno de los destinos de aventura más célebres del continente. Solo en 2023 recibió más de 300.000 visitantes, según cifras oficiales. Pero su fama está acompañada de advertencias permanentes: incluso en verano, las condiciones pueden cambiar en minutos, con vientos súbitos, precipitaciones intensas y descensos bruscos de temperatura.
El relato de otros caminantes que lograron regresar a salvo confirma la crudeza del temporal. “Salimos con ráfagas de 100 kilómetros por hora continuas y con granizo en la cara”, relató a Associated Press el excursionista chileno Andrés Ignacio, que había emprendido el ascenso el lunes por la mañana. “Cuanto más subíamos, más aumentaba el viento y el frío. Daba temor pensar que uno se podía congelar”, dijo.Las autoridades todavía no han determinado las circunstancias exactas en que iniciaron la travesía. En la región, sin embargo, se ha reabierto el debate sobre la seguridad en rutas de alta montaña muy concurridas y la necesidad de reforzar los sistemas de alerta climática para excursionistas. En los últimos años, Torres del Paine ha registrado episodios similares, aunque de menor gravedad, vinculados al carácter inhóspito y cambiante del clima patagónico.


