19 de noviembre de 2025
Tras el impacto de Melissa, Jamaica reclama USD 9.500 millones: “Víctimas de las acciones de otros”

La devastación del huracán superó ampliamente los mecanismos financieros de emergencia y dejó al país al borde de una crisis histórica
Samuda destacó que las secuelas superaron incluso el daño económico generado por la pandemia de COVID-19, cuando la isla perdió cerca del 10% de su PIB: “La pandemia no arrasó con puentes, ni destruyó carreteras, ni interrumpió el suministro de agua de la manera en que lo ha hecho este incidente en particular”.
Previo a la llegada de Melissa, Jamaica había fortalecido su protección a través de bonos para catástrofes emitidos por el Banco Mundial, que desembolsaron 150 millones de dólares, y con seguros paramétricos que aportaron otros 90 millones, además de estrategias propias que elevaron el fondo destinado a emergencias hasta 500 millones de dólares. Frente al costo total, queda un “déficit de 9.500 millones de dólares”, precisó Samuda.Las negociaciones en la COP30 buscan reforzar la financiación internacional destinada a países en desarrollo para la adaptación y preparación frente a fenómenos climáticos extremos. La ONU estima que para 2035 se necesitarán al menos 310.000 millones de dólares anuales. Para Ana Mulio Álvarez, asesora de políticas en el grupo de expertos E3G, “La COP30 no puede terminar sin un resultado ambicioso en materia de adaptación”.


