11 de noviembre de 2025
Duelo entre padre e hijo: los detalles del choque entre los Barros Schelotto en el triunfo de Gimnasia ante Vélez
Guillermo se midió ante su heredero, Nicolás. La victoria se la llevó el mediocampista del Lobo por 2-0
Antes del inicio del partido, el mediocampista local protagonizó un momento emotivo al acercarse al banco de suplentes de Vélez para fundirse en un abrazo con su padre, quien dirige al conjunto visitante. El gesto se repitió con su tío Gustavo y con el resto del cuerpo técnico del Fortín, evidenciando la cercanía familiar pese a la rivalidad circunstancial.
El periodista Federico Bueno de ESPN reveló que la familia compartió una comida el fin de semana anterior al encuentro, aunque optaron por no abordar temas relacionados con el encuentro disputado en el Bosque platense. “Cenaron juntos el pasado sábado, pero decidieron no hablar del partido de este lunes”, reveló el reportero durante el duelo. En la platea, además, la familia, fanática del conjunto del Bosque, vibró con tan peculiar choque. En cuanto a lo deportivo, Nicolás fue quien festejó, ya que disfrutó de los goles de sus compañeros, Marcelo Torres y Jeremías Merlo, para una importante victoria por 2-0. En la próxima fecha, Gimnasia cerrará la fase regular frente a Platense, mientras que Vélez recibirá a River Plate.Es por eso que la jornada en el Juan Carmelo Zerillo se transformó en un acontecimiento emotivo para la hinchada de Gimnasia, que les brindó un recibimiento especial en la previa del partido ante Vélez.
El primer cruce de Guillermo como entrenador ante Gimnasia se produjo en 2013, cuando estaba al frente de Lanús. En esa oportunidad, el partido terminó igualado sin goles, un resultado que se repitió en el segundo enfrentamiento, también con empate y sin que Barros Schelotto debiera celebrar un tanto contra el equipo de sus orígenes. Estos empates iniciales marcaron un comienzo equilibrado en su historial ante el Lobo.
No obstante, la tendencia favorable se interrumpió en 2018, cuando Barros Schelotto no logró imponerse a Gimnasia en tres oportunidades. Ese año, los partidos concluyeron con un empate 2-2 en mayo, una derrota 1-0 en septiembre que significó la eliminación de la Copa Argentina, y un 2-1 en octubre. Esta serie de resultados adversos marcó un paréntesis en su dominio sobre el club platense.


