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3 de noviembre de 2025

La tregua comercial entre EEUU y China fue limitada, pero benefició a la Argentina, dice un informe privado

El acuerdo entre Washington y Pekín incluyó nuevas compras chinas de soja, aunque de volúmenes relativamente modestos. Aun así, el repunte de los precios internacionales de la harina de soja mejoró los márgenes de la industria argentina y reactivó operaciones en el mercado local

>La reciente cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping, celebrada en Corea del Sur, generó fuertes expectativas en el mercado global de granos. El encuentro concluyó con el compromiso de China de comprar 12 millones de toneladas (Mt) de soja a Estados Unidos hasta enero, y de mantener un ritmo de 25 Mt anuales durante los próximos tres años. Sin embargo, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el volumen acordado fue considerado insuficiente por los operadores, ya que se ubica dentro del promedio histórico de compras del gigante asiático.

El documento destaca que Estados Unidos perdió las ventas correspondientes a los primeros dos meses de su campaña (septiembre y octubre), cuando habitualmente exporta cerca de 8 Mt a China. “Ello explica el sabor amargo que deja el acuerdo y la evolución que mostró el precio de referencia de la soja en Chicago”, señaló la entidad.

Durante los días previos al encuentro bilateral, el optimismo llevó al precio de la soja en Chicago a superar los USD 400 por tonelada, su nivel más alto desde julio del año pasado. Sin embargo, tras conocerse el acuerdo, la cotización apenas avanzó 1% en la rueda del jueves, lo que reflejó la decepción del mercado.

El compromiso chino de mantener compras anuales de 25 Mt también fue inferior al promedio de la última década, cuando Estados Unidos embarcó unas 30 Mt por año con destino a China, salvo durante la primera guerra comercial. No obstante, el informe aclara que el país norteamericano “ha encontrado un crecimiento importante de su mercado interno, impulsado por la industria de biodiésel, que compensa parcialmente la menor participación en el mercado chino”.

La tregua, aunque acotada, repercutió de manera positiva en los derivados de la soja, particularmente en la harina de soja, que aumentó un 15% en octubre y alcanzó su mayor valor desde marzo. Según la BCR, “la suba de la harina en el mercado internacional repercutió sobre los precios de exportación de Argentina, y el FOB para embarques desde el Up-River durante diciembre llegó a negociarse en USD 340 por tonelada, un 16% más que a comienzos del mes”.

Este incremento mejoró el margen bruto de la industria aceitera argentina, lo que dio impulso a la Pizarra Rosario, que volvió a ubicarse en torno a los USD 340 por tonelada. En paralelo, el ritmo de comercialización interna superó las 100.000 toneladas diarias, luego de dos semanas de virtual parálisis en el período previo a las elecciones.

En síntesis, aunque el acuerdo entre Washington y Pekín no cumplió las expectativas globales, la Argentina se vio beneficiada de manera indirecta por el repunte de los precios internacionales de la harina de soja y por una mejora en los márgenes industriales locales.

El informe de la BCR también señala que al 31 de octubre se sembraron 3,59 millones de hectáreas de maíz temprano correspondientes a la campaña 2025/26, un máximo histórico. La entidad anticipa que el ciclo podría superar las 60 Mt de producción, siempre que las condiciones climáticas acompañen.

El análisis subraya que la expansión se concentró en variedades tempranas de maíz, que ofrecen un mayor potencial de rinde aunque con mayor variabilidad. Esta estrategia agronómica permitiría “compensar con kilos los flacos márgenes que se proyectan en la campaña”.

El estudio de la BCR agrega que el mercado del trigo mantiene una “robustez destacada” en la segunda mitad de la campaña. Entre diciembre y octubre, las exportaciones totalizaron 11,2 Mt, un volumen 57% superior al del ciclo anterior y 12% por encima del promedio de los últimos ocho años.

Esta favorable dinámica se vincula con la competitividad del trigo argentino en el mercado internacional, gracias a precios FOB locales más bajos que los de sus competidores. De acuerdo con el informe, “los embarques de la segunda mitad de la cosecha (junio a octubre) son los segundos más altos del siglo, sólo superados por los de la campaña 2011/12”.

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