29 de octubre de 2025
Rodrigo Paz viajará a Estados Unidos para reconstruir las relaciones diplomáticas y obtener apoyo financiero para Bolivia

El presidente electo mantendrá reuniones con funcionarios estadounidenses y organismos financieros internacionales para buscar soluciones a la escasez de dólares y la crisis de abastecimiento que afecta al país andino
Paz asumirá la presidencia el próximo 8 de noviembre y ya encargó a su equipo una agenda de alto nivel que incluye encuentros con el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro estadounidenses, así como con directivos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la CAF.
“Ya vendremos con dólares fresquitos para nuestra reserva internacional”, afirmó Paz, al tiempo que subrayó la urgencia de inyecciones de divisas para atender el déficit en el sistema financiero y el desabastecimiento crónico de combustibles.
Según su asesor, José Luis Lupo, “el plan es reunirnos con todos los organismos multilaterales de financiamiento y con la administración de Estados Unidos”. La política de subsidios del actual gobierno de Luis Arce dejó a Bolivia al borde del agotamiento de sus reservas internacionales y profundizó la crisis, por lo que la obtención de créditos frescos y el restablecimiento de la confianza internacional es prioridad máxima para el nuevo Ejecutivo.La nueva orientación diplomática implica también una ruptura visible con los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Paz confirmó que no invitará a los dictadores de estos países a su ceremonia de investidura, una señal directa de distanciamiento respecto al bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), tradicionalmente alineado con el chavismo.“Me tiene sin cuidado lo que pueda decir el ALBA”, afirmó.
El presidente electo dijo que las futuras alianzas de Bolivia estarán “del lado de la democracia y la libertad”.“Lo único digno es que nuestro pueblo viva en paz, con trabajo, salud y educación”, replicó Paz en redes sociales, asegurando que la prioridad será gobernar “sin odios ni división, siempre del lado de la democracia y la libertad”.
El pragmatismo de Paz también se refleja en su interés en buscar cooperación regional innovadora. En una conversación telefónica con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el líder boliviano solicitó asesoría técnica sobre control carcelario.La misión internacional de Paz coincide con la preparación de las primeras medidas económicas para enfrentar la crisis: controlar la inflación, garantizar abasto de combustibles y recuperar la confianza de los mercados.
El nuevo gobierno busca captar inversiones y restablecer canales diplomáticos amplios, rompiendo con años de aislamiento y relaciones focalizadas sólo con actores alineados al chavismo.Las expectativas están puestas en la capacidad del nuevo liderazgo para ejecutar este giro en la política exterior y sellar acuerdos que permitan aliviar la crisis interna mientras Bolivia redefine su lugar en el escenario latinoamericano, apostando por la apertura, la transparencia y la democracia.


