15 de octubre de 2025
En medio de la incertidumbre, el primer ministro francés propuso aumentar los impuestos a ricos y grandes empresas
El proyecto de presupuestos incluye un gravamen sobre el patrimonio financiero y la suspensión de la reforma de pensiones para evitar la censura de los socialistas
En paralelo, el año próximo se va a prolongar la llamada contribución excepcional dirigida a las grandes empresas con beneficios que facturan más de 1.000 millones de euros (unas 450 en total).
El PS defiende la puesta en marcha del llamado ‘impuesto Zucman’ que gravaría con un 2 % todos los patrimonios superiores a 100 millones de euros, que en Francia son unos 1.800. El promotor de esa idea, el economista Gabriel Zucman, afirma que se podrían recaudar así unos 20.000 millones de euros al año.
En cuanto a la suspensión de la reforma de las pensiones, anunciada hoy por el primer ministro en su discurso de política general ante los diputados, era imprescindible para que el PS no votara la censura el próximo jueves, pero no aparece todavía en ese proyecto de presupuestos aunque sí tendrá un costo.En realidad, como admitió el Ministerio de Economía, el impacto económico para las cuentas públicas será mayor, porque a las pensiones adicionales habrá que sumar la menor contribución en términos de actividad y de impuestos de esas personas que estarán jubiladas y que no lo habrían estado sin la suspensión.
En el proyecto de presupuestos que ha enviado al Parlamento, el Ejecutivo contempla reducir el déficit público al 4,7 % del producto interior bruto (PIB) en 2026 después del pico del 5,8 % que se alcanzó en 2024 y del 5,4 % que se espera en 2025.Lecornu se dio un ligero margen de maniobra adicional para la negociación durante la fase parlamentaria y señaló que ese déficit podría ser algo mayor, pero en cualquier caso estará por debajo del umbral del 5 % del PIB.Ese déficit del año próximo no impedirá que siga la deriva alcista de la deuda pública francesa, que en el segundo trimestre ya ha sobrepasado el listón del 115 % y que subirá hasta el 115,9 % cuando acabe este año y al 117,9 % al finalizar 2026.
Es una previsión ligeramente superior a las que ha hecho la OCDE y del Banco de Francia (0,9 %) pero coincide con la del FMI y se sitúa por debajo de la de la Comisión Europea (1,3 %).
Para conseguir ese 1 % el Ejecutivo de Lecornu pretende inyectar en la economía una parte de la abultada tasa de ahorro que están acumulando los particulares, y que es muy elevado (el 19 %) e incrementar también la inversión de las empresas.