14 de octubre de 2025
Cuál es la ciudad de Brasil que le cobrará una tasa ambiental a los turistas a partir de enero de 2026

Un municipio del sur de Bahía establecerá un cobro diferenciado para vehículos de visitantes. El sistema utilizará tecnología de monitoreo y se enfocará en reducir la presión sobre zonas costeras
El nuevo sistema de Porto Seguro impactará especialmente a los flujos turísticos de Arraial d’Ajuda, Trancoso y Caraíva, zonas de alto atractivo natural y afluencia de viajeros nacionales e internacionales. Los residentes locales, el transporte urbano, los servicios públicos esenciales y aquellos vehículos que permanezcan menos de ocho horas estarán exentos del pago. La medida busca reducir la presión sobre áreas protegidas y contribuir a un desarrollo urbano más controlado, en contextos donde el turismo masivo genera desafíos para la administración de recursos naturales y la movilidad.
El destino de los fondos provenientes de la TPA, según explicó la administración de Porto Seguro, estará dirigido a obras de infraestructura, programas de movilidad sustentable y acciones ambientales. Entre los principales ejes de inversión se incluyen mejoras en la capacidad vial, ampliación de zonas peatonales en áreas costeras y apoyo a proyectos que promuevan la restauración de ecosistemas vulnerables.
El anuncio de la tasa ambiental generó opiniones divididas en los sectores vinculados al turismo. Algunos empresarios expresaron inquietud ante la posibilidad de una disminución en la llegada de turistas, considerando que el cobro podría representar una barrera para ciertos visitantes. La administración local respondió que la TPA no tiene como eje central el aumento de la recaudación, sino la gestión del territorio y el resguardo de las condiciones ambientales.Porto Seguro recibe cada año más de dos millones de visitantes, lo que posiciona a la ciudad entre los destinos más demandados del litoral brasileño. Este flujo sostenido requiere estrategias para equilibrar la actividad turística con la calidad de vida de los habitantes y la integridad ecológica de la región. Las medidas adoptadas tienen antecedentes en otros puntos del país que aplicaron esquemas similares, como Fernando de Noronha, Bombinhas, Ubatuba e Ilha Grande. Esos municipios implementaron sistemas equivalentes de cobro ambiental y utilizaron los recursos recaudados para financiar mejoras en servicios y mantener la capacidad de carga de enclaves con alta densidad de visitantes.