Lunes 13 de Octubre de 2025

Hoy es Lunes 13 de Octubre de 2025 y son las 10:58 -

13 de octubre de 2025

Qué es el bluetoothing y por qué alarma a las autoridades de salud ante el aumento de los casos de VIH

Esta modalidad, documentada en regiones de África, Asia y el Pacífico, provoca preocupación por su potencial para acelerar la transmisión de enfermedades

>Esta tendencia, en la que los consumidores se inyectan la sangre de personas intoxicadas con una Una peligrosa tendencia de consumo de drogas denominada “bluetoothing”, en la que las personas se inyectan La práctica de compartir sangre, que es mucho más arriesgada que compartir agujas, ha contribuido a alimentar una de las epidemias de VIH de más rápido crecimiento en Fiyi y se ha extendido en Sudáfrica, otra capital de la infección, según las autoridades de salud pública y los investigadores.

Aunque la escala es difícil de cuantificar, el intercambio de sangre ha surgido en zonas con altos niveles de pobreza en África y Asia, impulsado por el endurecimiento de las medidas policiales, el aumento de los precios y la disminución del suministro de medicamentos.

En Fiyi, las autoridades han identificado el bluetoothing como una de las fuerzas detrás de un incremento alarmante en las tasas de VIH. El número de nuevas infecciones por VIH se multiplicó por 10 entre 2014 y 2024, según ONUSIDA, un programa de Naciones Unidas, y en enero se declaró allí un brote.

Alrededor de la mitad de las personas recién diagnosticadas que siguen tratamientos antirretrovirales en Fiyi dijeron haber contraído el VIH compartiendo agujas, según datos de 2024 compartidos por el programa de la ONU, aunque no está claro cuántas de ellas también compartieron sangre intencionadamente. El aumento de casos se concentra entre los jóvenes de 15 a 34 años.

Una de las razones por las que esta práctica no se ha extendido más es que suministra una dosis reducida de droga. No está claro qué grado de intoxicación reciben los consumidores secundarios, y algunos expertos médicos afirman que no se trata más que de un efecto placebo.

“No es ni de cerca tan eficaz como la gente esperaba”, dijo Murphy, cuyo equipo de la ONU ha ayudado a coordinar la respuesta de salud en Fiyi. “Más abajo en la cadena de la inyección, el efecto es mucho menor”.

En Tanzania, donde la práctica se denomina a veces “flashblooding”, se ha extendido del centro de la ciudad a los suburbios, y las mujeres que vivían en alojamientos temporales eran desproporcionadamente vulnerables. En una muestra sudafricana, el equipo de investigación de Zanoni descubrió que el 18 por ciento de los consumidores de drogas inyectables habían utilizado el método de compartir sangre.

Las prácticas de inyección inusuales en Pakistán incluyen la venta de jeringas de heroína a medio usar, infundidas con sangre.

Aunque en el bluetoothing se comparten pequeñas cantidades de sangre, la combinación de tipos de sangre incompatibles entraña el riesgo de reacciones adversas graves, aunque no se transmitan partículas de virus.

Zanoni, de Emory, calificó esta práctica de “poco explorada pero de altísimo riesgo”. Por cada gota de sangre de una persona con VIH, dijo, “hay decenas y miles de partículas a las que te estás exponiendo”.

*Pranav Baskar es reportero internacional y forma parte de la generación 2025-26 de Times Fellowship, un programa para periodistas al comienzo de sus carreras.

COMPARTIR:

Comentarios

  • Desarrollado por
  • RadiosNet