9 de octubre de 2025
Cómo un peculiar rastro de más de 126.000 años permite reconstruir el clima y la vida de la prehistoria
El hallazgo de marcas de “arrastre de glúteos” en la costa sur del Cabo aporta información inédita sobre el comportamiento animal y la formación de depósitos fósiles. Cuáles son las pistas que permiten entender los ecosistemas antiguos, según Popular Science
La interpretación del rastro requirió descartar otras hipótesis. Los científicos analizaron la posibilidad de que un leopardo, un humano ancestral arrastrando una presa o incluso un elefante arrastrando su trompa hubieran dejado la marca.
Ninguna de estas opciones explicaba la ausencia de huellas asociadas ni la presencia de la protuberancia en el interior. Según los investigadores consultados por Popular Science, la explicación más coherente es que un damán roquero arrastró sus glúteos sobre la arena, borró sus propias huellas y dejó un excremento que quedó fosilizado.El comportamiento de “arrastrar los glúteos”, observado en los damanes roqueros actuales, rara vez deja rastros fósiles debido a la preferencia de estos mamíferos por hábitats rocosos. Además de las marcas de arrastre, los damanes suelen pulir las superficies de las rocas, lo que genera un brillo característico similar al causado por los búfalos en las praderas norteamericanas. Lo más característico es la acumulación de orina y excremento en puntos fijos durante generaciones, formando extensas capas blanquecinas de carbonato de calcio.Estos depósitos, denominados hyraceum, resultan de la mezcla de orina y heces y pueden alcanzar decenas de miles de años de antigüedad. El hyraceum, oscuro y con textura similar al alquitrán, tuvo aplicaciones medicinales tradicionales y, según Popular Science, debe considerarse un recurso natural no renovable y amenazado.En paleontología, se distingue entre coprolitos (excrementos fosilizados) y urolitos (orina fosilizada), siendo estos últimos muy poco frecuentes a nivel mundial. Los damanes roqueros aportan gran parte de los urolitos conocidos, lo que resalta la relevancia de sus rastros en el registro fósil.
La propuesta de considerar el hyraceum como un tipo de rastro fósil, idea novedosa presentada en el artículo de Popular Science, podría favorecer la protección de este material hasta ahora poco valorado.