8 de octubre de 2025
Científicos analizaron la huella de carbono de 54 ciudades con datos satelitales: cuál es la que más emite

El trabajo investigó contrastes entre este tipo de mediciones y otros registros. Los detalles
El estudio también compara: “Las ciudades de Norteamérica emiten 0,1 kilos de CO₂ por cada dólar de producción económica, mientras que las ciudades africanas emiten 0,5 kilos de CO₂ por cada dólar”. Este resultado refleja que los centros urbanos con mayor desarrollo económico producen menos emisiones por unidad económica que los de menores ingresos, según los autores.
El trabajo presenta además una relación inversa entre la densidad de población y las emisiones per cápita. Los autores señalan que “las emisiones per cápita disminuyen cuanto más poblada es la ciudad, de 7,7 toneladas de CO₂ por persona en urbes con menos de 5 millones de habitantes hasta 1,8 toneladas por persona en las ciudades con más de 20 millones de habitantes”. De esa forma, las ciudades más grandes muestran mayor eficiencia climática por individuo.El estudio muestra que, en 25 de las ciudades analizadas, los números provenientes de estos inventarios coinciden con el margen de error de las mediciones hechas por satélite. Sin embargo, cuando se observa cada ciudad por separado, aparecen diferencias grandes: en promedio, los valores de EDGAR se alejan un 45% y los de ODIAC un 50% de lo que detectó el satélite. Los autores señalan que el total global parece correcto solo porque los errores en unas regiones se compensan con los errores de otras, pero no porque todos los datos sean precisos ciudad por ciudad.
El equipo calculó las emisiones de CO₂ en 54 ciudades a partir de mediciones satelitales directas de la atmósfera, en vez de basarse solo en datos de consumo energético o actividades urbanas. Para ello, analizaron información recolectada entre 2019 y 2023 por el satélite OCO-3.El propio grupo detalla: “OCO-3 cuenta con un sistema de espejos que le permite escanear áreas específicas y recolectar mediciones de CO₂ en columnas que cubren zonas urbanas, con una precisión menor a 1 parte por millón y una resolución espacial de 2,25 por 1,6 kilómetros”. El estudio también ajustó los resultados según variaciones diarias y mensuales, e incluyó el análisis de posibles fuentes de error para otorgar mayor certeza a las estimaciones.
El estudio muestra que este método puede mejorar sustancialmente la precisión y transparencia de los inventarios urbanos de emisiones. En palabras del equipo: “Nuestros hallazgos enfatizan el creciente papel de los datos satelitales en la verificación de las emisiones urbanas de CO₂ y el apoyo a los esfuerzos para mitigar las emisiones en las ciudades globales”.Para los autores, el avance de las mediciones satelitales permite a las ciudades contar con herramientas más precisas para monitorear sus emisiones, ajustar sus políticas climáticas y orientar inversiones hacia acciones de impacto. Gracias a este tipo de estudios, los gobiernos locales y los organismos internacionales pueden identificar dónde existen mayores desajustes, optimizar la vigilancia del CO₂ y diseñar estrategias de reducción de emisiones acordes al perfil real de cada urbe.