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29 de septiembre de 2025

Cómo el trabajo remoto impacta en la productividad y costos para empresas y empleados

Avanzó con la pandemia y sigue consolidándose en la Argentina. Según datos recientes, la modalidad tiene ventajas para ambas partes

>Desde el confinamiento obligatorio hasta la actualidad, el trabajo remoto pasó de ser una solución urgente a una opción estable, integrándose en modelos mixtos adoptados por muchas empresas. La pregunta central sigue siendo si esta modalidad puede sostenerse más allá del ahorro de costos, sin afectar el nivel de desempeño.

La cifra de la EPH confirma la preferencia creciente por el trabajo remoto. En este escenario, comparar estos datos con la experiencia de las empresas y las expectativas de los empleados resulta relevante.

Por otro lado, Randstad informó que el 83% de los trabajadores argentinos hoy operan en esquema 100% presencial, el 13 % en formato híbrido y solo el 5% en remoto total. Sin embargo, el 51% de los trabajadores escogería un esquema híbrido si pudiera elegir; dentro de ese formato, el 62% preferiría trabajar dos días desde la casa y tres en la oficina”, según el informe de la firma de recursos humanos.

Una de las principales ventajas del trabajo remoto es el ahorro en gastos, tanto para empresas como para quienes trabajan. Desde el punto de vista corporativo, el informe de Deel destaca que, al reducir la cantidad de personas en las oficinas, disminuyen los costos de alquiler, servicios y equipamiento. “La reducción de costos operativos puede ser significativa”, destaca el reporte, que también resalta la posibilidad de acceder a un “pool global de talentos” sin límites geográficos.

Para los empleados, el trabajo remoto implica menos gastos en transporte y alimentación fuera del hogar, y permite recuperar el tiempo que antes se dedicaba a los traslados. Sin embargo, requiere que el hogar se convierta en un espacio apto para el trabajo, con los costos adicionales que implica la conectividad y el equipamiento.

En la mayoría de los casos, esos costos deben ser absorbidos por la empresa para sostener la calidad del trabajo remoto.

La gran pregunta es si este menor costo implica un sacrificio en productividad. Las evidencias disponibles, nacionales e internacionales, muestran que no necesariamente hay una disminución significativa.

Patricia Debeljuh, directora del Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE, dijo a Infobae: “Las empresas que no adopten esquemas híbridos enfrentarán más rotación; las que lo hagan, competirán por el mejor talento. La flexibilidad, basada en la confianza y el trabajo remoto, es hoy una ventaja estratégica: las organizaciones que los integren estarán mejor preparadas para atraer talento y crecer en un contexto donde la modalidad híbrida ha demostrado ser no solo viable, sino altamente efectiva”.

Del mismo modo, Santiago Sena, profesor del IAE, sostuvo: “Lo que vemos es que el trabajo remoto es un fenómeno multidimensional: no se trata de un formato único, sino de experiencias diversas que combinan productividad, confianza, bienestar y comunicación. No existe un ‘one size fits all’ que sirva para toda la organización; el gran reto está en que los líderes diseñen políticas diferenciales, adaptadas a las personas, a las áreas y a los equipos”.

Forbes Argentina, en un artículo publicado este año, destacó que “el 61% de los empleados afirma ser más productivo trabajando desde casa”. No obstante, reveló la contracara en la visión ejecutiva: “Solo el 34% mantiene niveles de confianza plena”, lo que refleja una brecha entre la percepción de los trabajadores y la de los gerentes.

Los especialistas consideran que haya casos de éxito no garantiza que el teletrabajo funcione para todas las empresas ni para todos los puestos. Para que el menor costo no venga acompañado de pérdida de rendimiento, se necesitan condiciones robustas.

Cada una de estas dimensiones determina que el teletrabajo no sea solo una reducción de costos, sino una modalidad sostenible.

El panorama regional muestra nuevas tendencias, como la contratación de talento remoto desde el exterior y la competencia global por trabajadores capacitados. Forbes Argentina reportó que Buenos Aires figura entre las ciudades más elegidas globalmente para el trabajo remoto. Esa perspectiva muestra que empresas internacionales pueden acceder a talento argentino y que los equipos locales compiten con estándares globales de calidad.

En materia de gestión, el teletrabajo no es una solución perfecta ni universal. Entre sus desventajas, especialistas advierten el riesgo de segmentación interna entre áreas, la posible reducción de la innovación espontánea por la falta de contacto casual y las desigualdades domésticas: no todos los empleados cuentan con condiciones óptimas de conectividad o espacio.

Alejandro Melamed, consultor en recursos humanos y referente regional, explicó que el regreso a la presencialidad generó tensiones en muchas organizaciones: “Varias empresas carecían de suficiente espacio físico para recibir a todos; en ciertos casos, el retorno fue una estrategia velada para reducir estructuras: quienes no aceptaban regresar quedaban fuera”, señaló Melamed.

Forbes Argentina recogió las impresiones de directivos que manifestaron dificultades para confiar en los resultados ante la ausencia de supervisión directa. “La falta de visibilidad con el equipo genera inquietud sobre el trabajo remoto”, admitieron algunos.

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