Jueves 25 de Septiembre de 2025

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25 de septiembre de 2025

¿Por qué recordamos algunos momentos de la vida y otros no? Qué reveló un estudio

Un equipo internacional realizó diez experimentos con casi 650 voluntarios para analizar este interrogante

>¿Por qué El hallazgo fue El estudio reunió a casi 650 participantes y se apoyó en diez experimentos independientes, donde inteligencia artificial analizó la manera en que las personas recordaron o no distintos acontecimientos dependiendo del contexto. Las conclusiones apuntan a que el cerebro no funciona como una simple cámara que registra de todo por igual, sino que realiza una selección activa, guiada por el valor emocional y la conexión conceptual de las vivencias.

Los investigadores usaron ejemplos sencillos para ilustrar el mecanismo. Imaginaron a alguien recorriendo el Parque Nacional de Yellowstone hasta encontrarse imprevistamente con una manada de bisonte. Ese momento intenso marcó la memoria, pero además, arrastró tras de sí una secuencia de detalles que, de otro modo, el cerebro habría descartado: una piedra en el sendero, un animal pequeño escapando velozmente entre los arbustos, incluso hasta el rumor del viento junto al grupo de turistas, según los autores.

La metáfora del paseo por Yellowstone ilustra cómo un solo evento cargado de emoción puede darle nueva vida a recuerdos insignificantes, transformándolos en escenas tan nítidas como el propio encuentro principal.

Los resultados sugieren que la selección de recuerdos sigue una regla precisa pero sutil. Las memorias anteriores a un hecho impactante solo se conservaron cuando guardaron una semejanza visual o conceptual con ese evento relevante. Un color parecido, un sonido relacionado, la reiteración de un rostro o un lugar: cualquier “rima” entre el recuerdo pequeño y el grande generó ese efecto de rescate.

Las pruebas ensamblaron secuencias de imágenes premiadas con distintas recompensas. Al día siguiente, quienes participaron debieron recordar los detalles. Cuanto mayor fue la carga afectiva del acontecimiento principal, más probabilidades existieron de que imágenes conceptualmente similares, incluso previas, quedaran grabadas.

Reinhart remarcó: “Desarrollar estrategias para fortalecer recuerdos útiles o debilitar los dañinos es un objetivo central en la neurociencia cognitiva. Nuestro estudio sugiere que la importancia emocional podría utilizarse en formas precisas para alcanzar esos objetivos”.

Reinhart mencionó: “Se puede invertir también para sujetos con trastornos relacionados con el trauma; tal vez no se quiera rescatar un recuerdo angustiante”.

El equipo subrayó que el beneficio solo se observó cuando los recuerdos rescatados no llevaban por sí mismos una carga emocional fuerte. Si bien el momento relevante puede fortalecer lo insignificante, dos recuerdos “fuertes” no se potencian entre sí. Reinhart advirtió: “El cerebro parece priorizar los recuerdos frágiles que, de otra manera, se perderían”.

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