24 de septiembre de 2025
La NASA acelera el regreso a la Luna: la misión tripulada Artemis II podría despegar antes de lo previsto
La agencia anunció la posibilidad de anticipar el viaje tripulado, con el objetivo de validar sistemas clave de cara a futuras exploraciones fuera de la órbita terrestre. Los detalles del proyecto
La misión Artemis II consiste en un vuelo tripulado de 10 días alrededor de la Luna. Se trata del primer intento de Estados Unidos de enviar una tripulación fuera de la órbita baja terrestre en más de medio siglo, como parte fundamental de la estrategia para establecer una presencia sostenida fuera de nuestro planeta.
El segmento operativo combinará validación tecnológica, procedimientos en tiempo real y ensayos científicos inéditos para futuras expediciones de mayor complejidad. De acuerdo con la NASA, su principal meta es confirmar el funcionamiento de todos los sistemas críticos de la nave Orion en condiciones reales del espacio profundo con astronautas a bordo, como preparación para vuelos tripulados de mayor complejidad que incluyan alunizajes.La tripulación estará compuesta por Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch, todos de la NASA, y Jeremy Hansen de la Agencia Espacial Canadiense. Será la primera en adentrarse más allá de la órbita baja terrestre desde 1972, siguiendo una trayectoria libre de retorno que llevará la nave a más de 9.260 kilómetros más allá de la Luna, como explicó Jeff Radigan, director de vuelo de Artemis II: “Ellos irán al menos 5.000 millas náuticas más allá de la Luna, mucho más alto de lo que lo han hecho misiones anteriores“.Tras la inyección translunar, la nave atravesará una distancia de más de 370.000 kilómetros hasta alcanzar el punto de máxima aproximación a la Luna. Las observaciones y operaciones científicas se centrarán en fotografía y análisis visual de cráteres, flujos de lava e impactos en la superficie, con el asesoramiento en tiempo real de expertos del Centro de Control de Misiones en Houston y del equipo dirigido por la geóloga lunar Kelsey Young en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Respecto a la misión científica, Young valoró en declaraciones recogidas por NASA: “Artemis II es una oportunidad para que los astronautas pongan en práctica las destrezas científicas lunares que han desarrollado durante su entrenamiento. También es una oportunidad para que los científicos y los ingenieros en el control de la misión colaboren en tiempo real durante las operaciones, aprovechando los años de pruebas y simulaciones que nuestros equipos han llevado a cabo juntos“.Uno de los aportes clave de Artemis II residirá en el aprendizaje operativo y humano para las futuras etapas del programa. A lo largo de la misión, la tripulación servirá de banco de pruebas biológico, aportando datos sobre cómo influyen la microgravedad y la radiación espacial en el organismo.Tal como mencionó la Dra. Nicky Fox, jefa científica de la NASA: “Queremos estudiar en profundidad los efectos de la microgravedad y la radiación sobre estas muestras. No voy a diseccionar a un astronauta, pero sí puedo analizar estos pequeños organoides y buscar las diferencias”.Según la líder de capacitación estratégica de la agencia, Cindy Evans: “Ya sea que estén mirando por las ventanas de la nave espacial o caminando por la superficie, los astronautas de Artemis trabajarán en nombre de todos los científicos para reunir pistas sobre los antiguos procesos geológicos que dieron forma a la Luna y a nuestro sistema solar“.
Varios puntos del proyecto permanecen condicionados por los desarrollos técnicos, la disponibilidad presupuestaria y la coordinación internacional. La ventana para el despegue de Artemis II permanecerá abierta durante febrero, marzo y abril de 2026, aunque el equipo de la NASA insistió en que la seguridad es el criterio rector y ninguna fecha se considerará definitiva hasta superar todas las pruebas exigidas.