9 de septiembre de 2025
Fue el encargado de un prostíbulo, estuvo prófugo 12 años y lo detuvieron a metros de la casa de su madre

Desde 2013 pesaba sobre él una orden de captura vigente por integrar una organización criminal dedicada a la explotación económica de la prostitución agravada por la situación de vulnerabilidad de las víctimas
Sobre Fernández pesaba desde 2013 una orden de captura vigente por integrar una organización criminal dedicada a la explotación económica de la prostitución agravada por la situación de vulnerabilidad de las víctimas.
Allí -según se le endilga al ahora detenido- sacaba provecho directo de decenas de mujeres argentinas y extranjeras. Pero esa cadena de explotación sexual vio su fin en mayo de 2013.
Bajo la aparente legalidad de un bar-pool, ese sitio ocultaba la explotación sistemática de mujeres, muchas de ellas extranjeras y sin documentación en regla.
El allanamiento realizado entonces reveló que, detrás de la barra y las mesas de billar, funcionaba un sistema de “copas” en el que los clientes pagaban bebidas a las trabajadoras y el local retenía más de la mitad de ese valor. Esta mecánica reforzaba un circuito de ganancia sostenida a costa la explotación sexual de las mujeres.El Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata intervino para constatar que la fachada de bar escondía una estructura de facilitación y explotación de la prostitución, aprovechando la vulnerabilidad socioeconómica de las mujeres involucradas, quienes en varios casos eran sostén de sus familias y carecían de otras oportunidades de subsistencia.Enterado de su situación procesal, Fernández optó por la fuga. Se declaró su rebeldía y nada más se supo del acusado. Pasaron más de 12 años hasta que la División Búsqueda de Prófugos de la Superintendencia de Investigaciones Federales lo encontró.
Tras su captura, José Eduardo Fernández quedó a disposición del Juzgado de Capuchetti, quien ordenó su traslado a la División alcaidía anexo Madariaga.