1 de septiembre de 2025
Por qué es casi imposible encontrar un trébol de cuatro hojas y qué dice la ciencia sobre la “buena suerte”

Aunque la tradición lo vincula con la fortuna y el amor, la ciencia explica que el trébol de cuatro hojas es el resultado de una mutación genética rara que solo aparece en uno de cada 10.000 ejemplares, lo que lo convierte en una de las supersticiones más persistentes de la cultura popular
Los investigadores señalaron que la probabilidad de encontrar un ejemplar depende de la densidad de la pradera: en un espacio de poco más de un metro cuadrado puede haber unos 10.000 tréboles, por lo que, en teoría, en esa superficie debería aparecer al menos uno. Sin embargo, el método más eficaz no es revisar hoja por hoja, sino dejar que la vista detecte irregularidades, un mecanismo similar al que utilizan los radiólogos cuando localizan anomalías en estudios médicos.
En 2010, un equipo de la Universidad de Georgia logró identificar el área del genoma del trébol blanco donde se encuentra el gen que provoca la aparición de un cuarto foliolo. Ese hallazgo abrió la posibilidad de crear cruzas que aumenten las probabilidades de obtener ejemplares con cuatro hojas de manera constante.Años antes, científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) habían colaborado en un estudio internacional sobre la leguminosa Medicago truncatula, emparentada con el trébol. Según el informe, la clave se encuentra en la acción de dos genes: el SGL1, que favorece la proliferación de primordios que forman foliolos adicionales, y el PALM1, que actúa como regulador de esa proliferación. Cuando PALM1 no funciona de forma adecuada, SGL1 se expresa sin control y aparecen más foliolos de lo habitual. De este modo, los investigadores concluyeron que PALM1 podría ser el gen responsable de la formación de tréboles de cuatro hojas.El simbolismo cultural también alimentó la fama del trébol. Según detalló ABC, la tradición popular sostiene que Eva se llevó un trébol de cuatro hojas al ser expulsada del Paraíso, lo que dio origen a la creencia de que cada foliolo representa la fe, la esperanza, el amor y la suerte.La dificultad para encontrarlos también fortaleció el mito. El récord mundial lo ostenta Shigeo Obara, en Japón, quien en 2009 descubrió un trébol con 56 foliolos, según datos recopilados por How Stuff Works y certificados por Guinness World Records.
A eso se le suma la muerte de Sivocci meses después, en una carrera en la que no llevaba el trébol pintado, lo que reforzó la leyenda y consolidó el vínculo entre la marca y el símbolo de la “buena suerte”.
La ciencia, sin embargo, subraya que la aparición de tréboles de cuatro hojas no responde a factores místicos, sino a condiciones genéticas. El estudio del CSIC publicado por Europa Press indicó que la mutación que afecta al gen PALM1 podría haber sido clave en la evolución de plantas con hojas de formas distintas, lo que muestra cómo un fenómeno biológico terminó convertido en un símbolo cultural.La combinación de mito y biología mantiene viva la fascinación por los tréboles de cuatro hojas. Por un lado, la estadística muestra que hallarlos es difícil pero no imposible. Asimismo, la ciencia revela que la causa está en mutaciones precisas de su genoma.