27 de agosto de 2025
El Tribunal Supremo de Brasil ordenó una vigilancia policial permanente de la residencia de Jair Bolsonaro por riesgo de fuga
Un borrador de solicitud de refugio en Argentina hallado en el teléfono del ex mandatario activa medidas extraordinarias en el marco del juicio por tentativa de golpe
Este hallazgo forma parte de una indagación paralela al juicio penal por supuesto intento de golpe de Estado, cuyo juicio entrará en la fase de sentencia el próximo 2 de septiembre.
Este caso se entreteje con las presuntas gestiones del diputado Eduardo Bolsonaro en los Estados Unidos. Según la investigación, habría actuado para impedir el juicio de su padre mediante El juez Moraes había ordenado semanas atrás varias medidas cautelares contra Bolsonaro: uso de tobillera electrónica, prohibición de redes sociales y arresto domiciliario tras comprobar incumplimientos.
Mensajes incautados por la Policía Federal también reflejan agrios intercambios personales: allí, Eduardo Bolsonaro escribe a su padre “VTPC ingrato del carajo”, antes de enviarle una disculpa. Esa comunicación revela tensiones internas dentro de la familia, justo en el entorno del juicio por golpe de Estado.El contexto político en Brasil se halla profundamente polarizado. Según una encuesta reciente, el 53% de los ciudadanos aprueba la orden de arresto domiciliario de Bolsonaro; el 47% lo rechaza, señal clara de la división que domina el escenario político.La situación ha escalado hasta el ámbito internacional: La trama cobra mayor densidad con la Operación Contra‑Golpe, investigación en curso desde noviembre de 2024, autorizada también por Moraes. Busca desentramar una presunta red de militares y policías federales que planearon asesinatos y acciones terroristas contra figuras claves como él, Lula y Alckmin.
El debate jurídico también ha girado en torno al alcance de las competencias del Supremo Tribunal Federal. Diversos analistas y dirigentes políticos sostienen que algunas resoluciones podrían tensionar la separación de poderes, mientras que otros destacan que se enmarcan en la defensa de la institucionalidad democrática prevista en la Constitución de 1988.
El caso Bolsonaro-Moraes ha impulsado un debate sobre la eficacia de las instituciones democráticas frente a amenazas internas. Mientras tanto, Lula intenta capitalizar la situación en clave de estabilidad política y gestión estatal, aunque sus cartas de negociación —literalmente con Washington— aún esperan su momento.