21 de agosto de 2025
Se desbordó un arroyo en Paraná tras las fuertes lluvias: provocó derrumbes y más de 30 familias fueron asistidas

El fenómeno climático dejó calles bajo agua, voladuras de techos y colapsos en viviendas. Se acumuló entre 40 y 60 mm de agua y los vientos oscilaron entre 40 y 70 km/h
Otro componente del fenómeno fueron los vientos, que según los registros oscilaron entre 40 y 70 kilómetros por hora. Esa condición provocó la voladura de techos en distintas zonas, lo que obligó a redoblar la asistencia con materiales de cobertura.
A ello se sumó la caída de un árbol en el barrio 4 de Junio, que interrumpió parcialmente una calle y demandó el trabajo de cuadrillas municipales durante la mañana.En paralelo, el temporal puso en evidencia la situación de personas que viven en la calle. Empleados municipales realizaron recorridas para acercarles bebidas calientes y desayuno, indicó el medio local Ahora.“Sentimos muchísima impotencia porque en menos de 24 horas perdimos todo”, relató a El Once una de las propietarias, que tuvo que retirar sus pertenencias.
Otra vecina describió su propia situación: “Han pasado distintos gobiernos y nada, mi casa prácticamente está derrumbada. De a poco hay que correr las cosas y en breve me quedo en la calle. Tengo un solo sueldo y no tengo dinero para pagar un alquiler”.
Con resignación, señaló que debió mover su cama al comedor porque ya no queda espacio habitable. “Anoche escuchábamos cómo cedía el terreno; parecían tiros y no, eran los socavones”, dijo.Mientras tanto, los habitantes del lugar fueron informados de que este jueves comenzarían trabajos en el arroyo que bordea la zona, aunque la expectativa se centra en una solución de fondo que garantice la seguridad de las viviendas.
El impacto de las tormentas no se limitó a Mariano Moreno. En el barrio Las Flores, sobre calle Florencio Sánchez, el colapso del terreno provocó el derrumbe de los sectores traseros de dos casas y afectó a una tercera ubicada en la parte inferior.En tanto, Rubén Aranda, otro vecino, advirtió que tres familias siguen en riesgo. “Necesitamos la ayuda del municipio para evitar que se pierdan estas casas”, expresó.
Por su parte, José Ramírez, dueño de la vivienda más baja, mostró su preocupación: “Tengo nietos que juegan en el patio y el peligro es constante. Si el resto del muro cede, puede caer sobre mi casa mientras dormimos”.