7 de agosto de 2025
Ordenó un asesinato desde una cárcel de Rosario, lo vio por videollamada y volvió a ser condenado

La Justicia condenó nuevamente a Nicolás Toloza y unificó su pena en 24 años tras comprobar que en 2021 coordinó el asesinato de Alejo Bravo con su celular a pesar de estar tras preso
Bravo, vecino de Empalme Graneros y con antecedentes por robo, fue interceptado por Julián Aguirre, el autor material del homicidio, tras salir de su domicilio en Pasaje Jacques al 900 bis. La Fiscalía reconstruyó que este hombre de 26 años lo llevó hasta el descampado y lo ejecutó, transmitiendo la secuencia por videollamada a Toloza, quien coordinaba la acción desde el pabellón 9 del penal de Piñero.
La evidencia principal incluyó el testimonio de un testigo reservado, quien aportó detalles sobre la mecánica del homicidio.
Toloza, también oriundo de Empalme Graneros, estaba detenido desde septiembre de 2020 y cumplía una condena de 16 años por el intento de asesinato de un adolescente, Rodrigo “Tin” V., y otros delitos. Con la nueva sentencia, la pena fue unificada en 24 años de prisión.
Su entorno familiar está marcado por la violencia: es hermano de Brian “Gordo” González, quien purga una condena de 16 años como partícipe del crimen de Analía “Any” Rivero, la promotora de 18 años asesinada en la puerta del boliche Stone de Capitán Bermúdez en 2014.Su condena también fue alcanzada tras un juicio abreviado, pero quedó pendiente por cuestiones administrativas, pero su trayectoria delictiva dentro y fuera de la cárcel lo convirtió en un caso paradigmático.
Tras ingresar al penal de Piñero a mediados de 2021, menos de un año después fue imputado como uno de los líderes de una banda que cometió una serie de delitos violentos en la zona noroeste de Rosario. Entre los hechos atribuidos a este grupo figuran extorsiones, balaceras, homicidios y el control de búnkeres, todos instigados desde el ámbito penitenciario.El caso de Aguirre se agravó con el tiempo. En junio de 2021, fue condenado en juicio abreviado a 3 años y 8 meses por portación de arma de fuego. Sin embargo, el uso de celulares desde prisión lo vinculó a nuevas investigaciones.Esta organización desplegó una ola de extorsiones y homicidios en Ludueña, en el marco de un enfrentamiento con otro grupo narco.