19 de junio de 2025
De concentrar estrellas a construir equipos: qué cambió en la NBA y por qué las potencias históricas no están en las finales

El avance de Oklahoma City Thunder e Indiana Pacers revela cambios profundos en la liga más importante del básquet internacional. Cuáles son los nuevos retos que enfrenta estas franquicias, según The Atlantic
El caso de los Boston Celtics ilustra el impacto de estas nuevas reglas. Tras conquistar el campeonato la temporada pasada y con una plantilla repleta de estrellas, se enfrentan a un futuro incierto: su nómina, sumando salarios e impuestos de lujo, superará los 460 millones de dólares para la temporada 2025-26.
Según expertos citados por The Atlantic, mantener un equipo tan costoso resulta insostenible bajo el nuevo marco normativo, lo que anticipa cambios significativos en la plantilla de Boston durante la próxima pretemporada.Durante la mayor parte de sus 79 años de historia, la NBA se caracterizó por el dominio de equipos de grandes mercados y la formación de “super-equipos” repletos de estrellas.La era de los “super-equipos” alcanzó su apogeo a finales de la década de 2000. En 2008, Ray Allen y Kevin Garnett se unieron a Paul Pierce en Boston para lograr un título. Dos años después, LeBron James y Chris Bosh decidieron unirse a Dwyane Wade en Miami Heat, equipo que disputó cuatro Finales consecutivas y ganó dos campeonatos.
Este contexto explica, en parte, la motivación detrás de las recientes reformas. El nuevo convenio colectivo y el “second apron” buscan revertir esa tendencia, limitando el poder de las estrellas para agruparse en un solo equipo y devolviendo la competitividad a toda la liga.
La presencia de los Indiana Pacers y el Oklahoma City Thunder en las Finales es el resultado directo de una estrategia distinta a la de los “super-equipos”. Ambas franquicias han apostado por construir plantillas profundas y versátiles, priorizando el desarrollo de talento joven y la obtención de activos mediante traspasos.Por su parte, el Thunder traspasó a George a Los Angeles Clippers, que intentaban formar su propio “super-equipo” junto a Kawhi Leonard. A cambio, Oklahoma City recibió a Shai Gilgeous-Alexander, actual MVP de la liga, y una valiosa colección de selecciones de draft, que han servido para reforzar la plantilla con jóvenes promesas.
Según The Atlantic, ambas franquicias han demostrado que es posible alcanzar el éxito sin depender de la acumulación de superestrellas, sino apostando por la profundidad y la flexibilidad.Otro factor que ha impulsado la paridad en la NBA es la creciente presencia de jugadores internacionales. Si hace pocos años las estrellas nacidas fuera de Estados Unidos eran una rareza, hoy su protagonismo es evidente. En la noche inaugural de la presente temporada, la liga contó con 125 jugadores internacionales, igualando el récord histórico.
Además, los últimos siete premios al Jugador Más Valioso (MVP) han recaído en jugadores nacidos fuera de Estados Unidos. Shai Gilgeous-Alexander, por ejemplo, es canadiense. Esta diversificación del talento, sin que la liga haya ampliado el número de equipos, ha elevado el nivel de competencia y ha dificultado que una sola franquicia domine de forma sostenida.The Atlantic subraya que la llegada masiva de talento internacional ha contribuido a que más equipos cuenten con jugadores de clase mundial, reforzando la tendencia hacia una mayor equidad en la liga.La NBA ha entrado en una era en la que la paridad entre equipos es una realidad tangible. Las nuevas reglas económicas, el auge del talento internacional y la apuesta por plantillas profundas han transformado el panorama de la liga.