19 de junio de 2025
Ante la escalada mortal en Kiev, Europa se prepara para ser el próximo objetivo ruso

El ataque contra civiles evidencia una estrategia de saturación que podría extenderse más allá de las fronteras ucranianas
El ataque se produce en un contexto de estancamiento diplomático. Los esfuerzos liderados por Estados Unidos para lograr un alto el fuego o solución negociada han fracasado, mientras que conflictos en Israel e Irán y las tensiones comerciales estadounidenses han desplazado la atención internacional, diluyendo la presión diplomática sobre Moscú.
La UE, por su parte, ha elevado su nivel de alerta. La jefa de política exterior comunitaria, Kaja Kallas, advirtió en Estrasburgo que Rusia representa una amenaza directa a Europa, no solo por sus bombardeos sino también mediante ciberataques y sabotajes a infraestructuras críticas como redes energéticas y cables submarinos.Kallas añadió que el gasto militar ruso supera la suma de los 27 países de la UE y que Moscú invertirá más este año en defensa que en salud, educación y políticas sociales combinadas. Según ella, esta escalada no es coyuntural, sino parte de un plan estratégico de agresión a largo plazo.El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, secundó estas declaraciones, afirmando que Rusia produce en un trimestre más armamento del que fabrican los 32 aliados en un año completo y advirtió que Moscú podría estar en condiciones de atacar a un miembro de la alianza para finales de esta década.Este contexto ha acelerado la adopción de una ambiciosa iniciativa de defensa comunitaria conocida como “Readiness 2030”. Presentada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, contempla movilizar hasta 800.000 millones de euros para fortalecer las capacidades militares europeas ante el temor de una posible retirada del apoyo de EEUU.
Paralelamente, distintos estudios, como el de Fitch Ratings, alertan de que los países europeos están presionados para aumentar su gasto militar del actual promedio del 1,9 % del PIB hacia cifras entre el 3% y el 4%, a la luz de una percepción creciente de amenaza y la necesidad de reforzar su autonomía estratégica.El uso de misiles desarrollados en cooperación con Corea del Norte, según análisis, muestra además una diversificación de proveedores de armamento y una escalada técnica en la guerra aérea rusa.
En Kiev, las consecuencias humanas son devastadoras. La capital ha decretado días de duelo, mientras familias intentan localizar a desaparecidos y se erigen memoriales improvisados en los escombros.Equipos psicológicos trabajan en el terreno con sobrevivientes y familiares, buscando aliviar el impacto emocional de vivir bajo bombardeo permanente.La escalada en el frente diplomático y militar plantea una encrucijada para Europa: reafirmar su cohesión estratégica y gastar más en defensa, o arriesgar que Rusia consolide una ofensiva transfronteriza que someta a prueba tanto a Ucrania como a la propia alianza euroatlántica.