9 de abril de 2025
Declaró el médico que trató a Maradona en el 2000 y dijo que la internación domiciliaria donde murió Diego fue “arriesgada”

Mario Alejandro Schiter acompañó al Diez durante su rehabilitación en Cuba y en 2020 lo llamaron para que opine del tratamiento del ídolo tras la operación de cabeza. No le hicieron caso
“A mí me dijeron que diga lo que pensaba. Cuando hice la propuesta se hizo un cuarto intermedio y a la vuelta me comunicaron la decisión, que se iba a optar por una internación domiciliaria. Le llamaron así. Yo dije que ningún problema, pero me puse a disposición”, declaró el profesional, que semanas después participó como veedor de la autopsia del Diez por pedido de Claudia Villafañe.
Schiter era un médico conocido en el entorno familiar de Maradona porque fue uno de los que lo ayudó a recuperarse del cuadro cardíaco crítico que sufrió en enero del 2000 en Punta del Este. “El riesgo de mortalidad era muchísimo más grande en ese momento”, dijo al compararlo con cómo estaba el astro del fútbol en noviembre de 2020.En este sentido, deslizó que el desenlace fatal de Maradona se pudo haber evitado con un seguimiento adecuado y subrayó que el estado en el que vio su cuerpo del Diez tras la muerte denotaba un cuadro que venía generándose hace varios días.Con esto complicó a los siete imputados en la causa. Particularmente a Luque, Cosachov y Díaz -los integrantes del equipo médico personal de Diego-, a quienes también puso en el centro de la escena cuando dijo que la decisión de una internación domiciliaria en ese momento fue riesgosa para él, teniendo en cuenta su historial médico.Schiter dijo que él no tuvo la oportunidad de hablar con Luque directamente durante la única vez que lo vio, pero dijo que le “hubiera gustado para transmitirle la experiencia personal”. “Así lo hizo Cahe (histórico médico de Maradona) conmigo cuando fuimos a Cuba y fue invalorable. Me dijo ‘no le des esto, esto y esto porque yo y le di y no funciona’”.
Luego detalló qué hubiera puesto él en la internación domiciliaria de Maradona. Comenzó haciendo mención a la “aparatología cardíaca”, cuya ausencia fue remarcada por varios de los testigos que ya pasaron por la sala de audiencias de San Isidro.Y agregó: “Hubiera replicado lo que esperaba que me brinde un centro de rehabilitación en el centro que se elija. Él no era un paciente sencillo de manejar, por el conocimiento de haberlo tratado directo en el peor momento de su vida, porque el riesgo de mortalidad era muchísimo más grande en ese momento”.
En su declaración, el médico relató cómo conoció a Diego y explicó las razones que lo llevaron a mantener una buena y estrecha relación con él durante un período crítico de su vida.Cuando tuvo su primera crisis cardíaca en Punta del Este, en enero de 2000, lo convocaron para darle asistencia.
“Se me asignó para recibirlo en un vuelo sanitario y yo iba con una terapia intensiva móvil para recibirlo allí y llevarlo a Fleni en el contexto de una desintoxicación de drogas de abuso que le generó un cuadro cardíaco gravísimo que muy pocas personas sobreviven. Fue una arritmia ventricular gravísima llamada “Torcida de punta” que es fatal en la mayor parte de los casos. Puede ser congénita, que no es el caso, o provocada por sustancias psicoactivas o drogas de abuso como era este caso >Y recordó: “Vino en una condición muy crítica hasta que iniciamos una desintoxicación. Se descartaron problemas neurológicos secundarios y lo derivaron a un centro cardiológico”.Se barajaron centros de rehabilitación en Estados Unidos, Canadá y Cuba. El Diez eligió la tercera opción. Y Schiter, junto al médico Cahe, lo acompañó. También viajó su entonces representante Guillermo Coppola, su pareja Claudia Villafañe, los padres del ídolo y un neurólogo.