3 de abril de 2025
Con exportaciones récord y menor necesidad de subsidios, Vaca Muerta se consolida como motor de la economía

En 2024, el sector energético alcanzó su mayor participación en el valor agregado bruto desde 2006 y registró un récord de exportaciones. La caída de importaciones y subsidios, junto con un superávit comercial creciente, refuerzan su papel clave en la recuperación fiscal y externa
Otro dato relevante es la fuerte baja en los subsidios energéticos. En 2024 alcanzaron los USD 6.252 millones, un 35% menos que el año anterior. Su incidencia sobre el PBI fue del 1%, el nivel más bajo desde 2009. Entre enero y marzo de 2025, la tendencia descendente continúa, con un desembolso de USD 370 millones, un 44% inferior al mismo período del año anterior. De cumplirse las proyecciones, los subsidios podrían cerrar 2025 en torno a los USD 4.433 millones, representando apenas el 0,7% del PBI, el menor nivel desde 2007.
Estos datos, presentados por Economía y Energía, reflejan un cambio estructural en el sector energético argentino, que pasó de ser un factor de presión fiscal y externa a convertirse en un aporte positivo sostenido. La consolidación de Vaca Muerta como fuente clave de recursos y divisas, junto con una política de mayor eficiencia en el uso de subsidios, explican esta transformación.Para enriquecer este diagnóstico,En la misma línea, el presidente de YPF, Horacio Marín, proyectó que Argentina podría alcanzar exportaciones por USD 30.000 millones anuales en gas y petróleo a partir de 2031, siempre que se avance en el desarrollo completo de Vaca Muerta y se concrete la infraestructura necesaria, como el oleoducto Vaca Muerta Sur y nuevas plantas de licuefacción de gas.Estas declaraciones coinciden con el panorama alentador delineado en el informe de Economía y Energía. El sector energético no solo se consolida como una fuente vital de divisas, sino también como una herramienta de alivio fiscal que podría tener efectos positivos sobre la estabilidad macroeconómica del país en los próximos años.La combinación de un marco regulatorio atractivo, como el RIGI, y la resolución de las incertidumbres macroeconómicas y políticas, será esencial para que Argentina pueda captar las inversiones necesarias y consolidarse como un actor clave en los mercados energéticos y mineros a nivel global.