20 de marzo de 2025
El fiscal pidió perpetua para el femicida de Catalina Gutiérrez: “Es un lobo con piel de cordero”

Lo hizo durante sus alegatos finales este miércoles. La sentencia contra Néstor Soto se conocerá al final del día
En las últimas horas, el detenido por el femicidio confesó el crimen y relató cómo fue la discusión que derivó en el asesinato. Según sus dichos, todo comenzó cuando Catalina llegó a su vivienda y le reprochó, supuestamente, no haberla invitado a una reunión con amigos mientras él terminaba de arreglarse.
“Le dije que me iba a cambiar de ropa y me respondió: ‘Dale, culiado, encima de que no me invitás, ¿te tengo que esperar?’”, afirmó Soto, y continuó: “Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije: ‘Tomátela’. Ahí ella se enojó y me dijo: ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’ y me dio una cachetada”.Según su testimonio, él respondió violentamente. “Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo: ‘Pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”, detalló.En ese momento, reveló que le aplicó una maniobra de estrangulamiento hasta que la joven de 21 años quedó inconsciente.Ella estaba en el piso y me tocó el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción”, continuó su relato.Tras darse cuenta de que Catalina estaba muerta, Soto intentó prenderse fuego junto al cadáver, pero no logró concretarlo. “Se me pasó por la cabeza matarme, agarrar el auto y chocar. Vi el alcohol arriba de la heladera y pensé: ‘Me prendo fuego acá en el departamento’. No sabía qué hacer, iba y venía, me senté y no entendía qué hacer”, aseguró.“Frené en un lugar, no quería manejar más, me quería matar. Agarré el alcohol, lo tiré en el piso y también me lo tiré a mí. Prendí un fósforo y se empezó a prender despacito. Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar”, afirmó.