14 de marzo de 2025
Los microplásticos pueden influir en las superbacterias resistentes a los medicamentos

Un estudio de la Universidad de Boston, en los Estados Unidos, aportó nuevas pruebas. Por qué recomiendan considerar los resultados dentro de las medidas de salud pública
A partir de los resultados, Zaman y sus colaboradores hicieron un llamado para que no se ignoren los factores ambientales y sociales que contribuyen al desarrollo de superbacterias resistentes a los medicamentos.
Se calcula que en 2024 hubo 122 millones de personas desplazadas en todo el mundo. La prevalencia de microplásticos podría sumar otro elemento de riesgo a los sistemas sanitarios que atienden a los refugiados, que ya están insuficientemente financiados y estudiados.El equipo científico utilizó cultivos de Escherichia coli expuestos a distintos microplásticos fabricados con polietileno, poliestireno y polipropileno. Esos materiales representaron concentraciones y tamaños variados, desde 3 hasta 500 micrómetros.El experimento comparó los resultados con cultivos sin microplásticos y otros sometidos a superficies como vidrio.
Los resultados de la investigación mostraron que las células bacterianas asociadas a microplásticos presentaron una mayor resistencia a los antibióticos, en comparación con las cultivadas en condiciones controladas.
Específicamente, las bacterias desarrollaron una resistencia hasta 100 veces superior a varios antibióticos estudiados, como ciprofloxacino y doxiciclina, tras solo 10 días de exposición.Además, se observó que los microplásticos inducen cambios en las propiedades de motilidad de Escherichia coli. Significa que las bacterias expuestas a microplásticos presentaron menor motilidad, lo que está vinculado a un mayor desarrollo de biopelículas.
Esas biopelículas, formadas por bacterias inmovilizadas en la superficie de los plásticos, mostraron un incremento en la resistencia antimicrobiana incluso cuando ya no estaban en contacto con los microplásticos. Es decir, las bacterias son capaces de mantener esa resistencia a largo plazo.En cuanto a los materiales, los microplásticos de poliestireno tuvieron el impacto más significativo. Superaron incluso a las superficies de vidrio utilizadas como control.Neila Gross, doctoranda en ciencia e ingeniería de materiales y primera autora del estudio, comentó: “Los plásticos proporcionan una superficie a la que las bacterias se adhieren y colonizan”.
Aunque las bacterias pueden crear biopelículas en cualquier superficie, Gross y sus colegas observaron que el microplástico sobrecargaba tanto las biopelículas bacterianas que cuando se añadían antibióticos a la mezcla, el medicamento era incapaz de penetrar el escudo:
Estos resultados tienen implicancias alarmantes. Los microplásticos, además de acumularse en ecosistemas terrestres y acuáticos, podrían estar intensificando la crisis global de las bacterias resistentes a múltiples medicamentos.
Los investigadores señalaron que, de manera urgente, se deberían establecer estrategias de manejo que limiten la presencia de microplásticos en el ambiente, así como de fortalecer las políticas de salud pública dedicadas a mitigar el impacto de la resistencia antimicrobiana asociada a estos contaminantes.
En diálogo con Infobae, el doctor en química Alejandro Vila, investigador superior del Conicet y profesor titular en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario en la Argentina y miembro de la Academia Estadounidense de Microbiología, comentó sobre los resultados del estudio publicado en la revista “Se demuestra que la exposición de bacterias a microplásticos aumenta la resistencia antimicrobiana. Un mecanismo propuesto por los investigadores es una exacerbada formación de biopelículas, que son comunidades de bacterias que se adhieren a una superficie a través de una malla de polímeros”, expresó Vila.
“Se debería tener más en cuenta que los microplásticos son un problema ambiental, especialmente en ambientes acuáticos, y generan contaminación de aguas por ser ingeridas, disrupción de ecosistemas y toxicidad en animales. También impactan en la resistencia antimicrobiana. Es decir, hay más de un motivo para no seguir mirando a otro lado”.
Ante los riesgos para la salud pública y ambiental de los plásticos y sus fragmentos, aún se está negociando un tratado mundial vinculante en el marco de Naciones Unidas.Advirtió de que, si no se toman medidas contra la contaminación por plásticos, las fugas de plásticos al medio ambiente aumentarán de 20 millones de toneladas en 2020 a 30 millones de toneladas en 2040, y la cantidad de plástico que entrará en ríos y océanos casi se duplicará en el mismo período, hasta alcanzar los 300 millones de toneladas en 2040.