11 de marzo de 2025
La comida rica en grasas saturadas puede dañar la memoria en solo tres días, alerta un estudio

Científicos de universidades de los Estados Unidos hicieron una investigación en ratas. Qué cambio detectaron en el cerebro antes de que surjan signos visibles de obesidad o problemas metabólicos
Los investigadores de los Estados Unidos hicieron el trabajo al tener en cuenta que el consumo de una dieta occidental, que está caracterizada por altos niveles de grasas saturadas y carbohidratos refinados, no solo está relacionado con la obesidad y el síndrome metabólico.
Ese tipo de dieta también puede tener un impacto directo en el deterioro cognitivo y el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer y otras formas de demencia.El grupo de investigadores realizó el estudio para analizar los efectos de dietas altas en grasas (HFD) en el comportamiento, la memoria y la inflamación en ratas jóvenes y envejecidas.
Para eso, dividieron a las ratas en dos grupos de edad: jóvenes (3-5 meses) y envejecidas (22-24 meses), las cuales fueron alimentadas con una dieta estándar o con una dieta rica en grasas durante dos períodos diferentes: tres meses (largo plazo) o tres días (corto plazo).En los experimentos a largo plazo, las ratas que consumieron una dieta alta en grasas durante tres meses mostraron déficits de memoria y comportamientos relacionados con la ansiedad. Eso solo ocurrió en ratas envejecidas.
También se identificó una alteración en las citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias en el cerebro de estas ratas alimentadas con la dieta alta en grasas, especialmente en el hipocampo y la amígdala, que son áreas claves para la memoria y el comportamiento emocional.En cuanto al microbioma intestinal, se registraron cambios significativos con la dieta occidental, como el aumento de ciertas bacterias inflamatorias en las ratas envejecidas.
En el corto plazo (tres días), las ratas envejecidas también desarrollaron déficits de memoria y ansiedad tras consumir esta dieta. Sin embargo, no se detectaron cambios en marcadores metabólicos o inflamación periférica. Los resultados indicaron una rápida alteración en las citocinas cerebrales, pero los cambios en el microbioma intestinal fueron menores y no específicos de la edad.Los resultados podrían tener relevancia para diseñar estrategias que mitiguen el deterioro cognitivo en adultos mayores a través de enfoques centrados en el cerebro, incluso antes de abordar las consecuencias metabólicas generales.
Los resultados derribaron la idea de que la inflamación cerebral relacionada con la dieta en el envejecimiento esté impulsada por la obesidad, dijo Ruth Barrientos, autora principal del estudio e investigadora del Instituto de Investigación en Medicina del Comportamiento de la Universidad Estatal de Ohio.La investigación contó con el financiamiento de agencias como el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos. Este trabajo marca un avance crucial en cómo las grasas saturadas afectan el envejecimiento cerebral y el comportamiento.