11 de marzo de 2025
Fusilamientos y aislamiento extremo: cómo es Nusakambangan, la prisión más temida de Indonesia
Considerada una de las cárceles más crueles del mundo, este penal es el centro de la guerra contra las drogas en el país. Así es la vida dentro de sus muros
Indonesia convirtió esta prisión en el centro de su guerra contra el narcotráfico, una política promovida por el expresidente Joko Widodo, quien ordenó que los presuntos traficantes fueran abatidos por la policía.
Su sucesor, Prabowo Subianto, trató de mejorar la imagen internacional del país. Repatrió a algunos extranjeros condenados por drogas, pero no detuvo las ejecuciones.Los informes sobre la vida en Nusakambangan describen un ambiente de maltrato sistemático. Organizaciones como Amnistía Internacional denunciaron que los presos son sometidos a torturas, palizas y condiciones inhumanas.
Los detenidos en Lapas Narkotika sufren especialmente el rigor de la prisión. Un informe de Prison Insider, reportado por el medio británico, reveló que las celdas son pequeñas y oscuras, con escasa ventilación y sin suficiente iluminación. Asimismo, las temperaturas dentro de las celdas pueden ser extremas.Muchos prisioneros no tienen acceso a mantas ni ropa suficiente, y sus pertenencias personales, como fotos y cartas, son confiscadas o destruidas cuando son trasladados.
El acceso a asistencia legal es casi inexistente. Varios presos extranjeros han denunciado que los intérpretes asignados a sus casos cometieron errores que los llevaron a enfrentar sentencias más severas.Se trata de uno de los países con la legislación antidrogas más estricta del mundo. La pena de muerte es aplicada principalmente en casos de tráfico, y las ejecuciones se realizan por fusilamiento.
Los prisioneros condenados reciben un aviso con 72 horas de anticipación antes de ser llevados, encadenados y con los ojos vendados, a un claro en la jungla para ser fusilados.Son atados a un poste de madera y pueden elegir si prefieren estar de pie, sentados o arrodillados. Luego, se les coloca un delantal blanco con una diana roja sobre el pecho y se les ofrece la opción de mantenerse vendados, mencionó Daily Mail.A pesar de los cuestionamientos internacionales, Indonesia mantiene su política de ejecuciones, defendiendo que las penas severas son necesarias para frenar el tráfico de drogas.