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11 de febrero de 2025

Pese al cambio de gobierno, Argentina sigue estancada en el ranking global que mide la corrupción

Obtuvo 37 puntos sobre 100 asignados al país más transparente, según la edición 2024 del Índice de Percepción de la Corrupción, que mide anualmente la ONG Transparencia Internacional. Es el mismo valor que se registró en 2023

>En el primer año de gestión del presidente Javier Milei, Argentina se mantuvo con el mismo puntaje del último año de Alberto Fernández en el ranking que mide Transparencia Internacional (TI), a través de Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) en 180 países. En 2024 Argentina obtuvo apenas 37 puntos, bastante alejado de los 100, que es el puntaje al que se acercan los más transparentes. La medición a nivel nacional refleja que no se percibieron mejoras en materia de transparencia durante el último año.

“La corrupción es una amenaza mundial en progreso que no solo socava el desarrollo, sino también es un factor decisivo en el declive de la democracia, la inestabilidad y las violaciones a los derechos humanos. Combatirla debe ser una prioridad absoluta y constante de la comunidad internacional y de todos los países. Esto es fundamental para hacer retroceder el autoritarismo y asegurar un mundo pacífico, libre y sostenible”, dijo François Valérian, presidente de Transparencia Internacional.

En efecto, la administración de Alberto Fernández no logró mantener las mejoras heredadas, diluyendo las iniciativas implementadas anteriormente y revirtiendo parte del progreso alcanzado. La baja de ocho puntos en cuatro años representa uno de los retrocesos más notorios en la evaluación de este indicador.

La peor performance había sido en 2015, cuando obtuvo solo 32 puntos sobre el máximo de 100, y quedó en el puesto 107 sobre los 168 países relevados en el Índice de ese año.

Martín D’Alessandro, presidente de Poder Ciudadano (el capítulo argentino de TI) , dijo que la corrupción es un problema endémico para muchos países, y también para la Argentina.

“Este índice evidencia que se trata de un fenómeno que se extiende a toda la política, no a un partido en particular. De la misma manera, se expande en múltiples espacios de la vida empresarial y económica. También puede inferirse una relación entre corrupción y abuso de los puestos de poder. Es vital que la ciudadanía deje de tolerar comportamientos ilícitos o autoritarios por parte de la política. Solo exigiendo decencia podremos construir un país estable y confiable”, sostuvo.

La corrupción continúa representando un grave desafío global, afectando de manera transversal a numerosos países. Según el informe, más de dos tercios de las naciones evaluadas presentan una calificación inferior a 50 puntos. Este dato subraya la persistencia de niveles alarmantemente elevados de corrupción en todo el mundo, con un promedio global estancado en 43 puntos.

En el panorama global, Dinamarca se alza como la nación con la mejor calificación con 90 puntos, asegurando el primer lugar en el ranking. Finlandia obtiene el segundo puesto con 88 puntos, consolidándose también entre los países percibidos como menos corruptos, seguida por Singapur (84)

En los últimos 5 años, 7 países han mejorado significativamente su puntuación en el IPC: Costa de Marfil (45), la República Dominicana (36), Kosovo (44), Kuwait (46), Maldivas (38), Moldavia (43) y Zambia (39).

Por el contrario, en el mismo periodo, 13 países han registrado un descenso importante en su puntuación: Austria (67), Bielorrusia (33), Bélgica (69), El Salvador (30), Francia (67), Kirguistán (25), el Líbano (22), Myanmar (16), Nicaragua (14), Rusia (22), Sri Lanka (32), el Reino Unido (71) y Venezuela (10).

El continente americano también registra ejemplos destacados en la lucha contra la corrupción. Uruguay, con 76 puntos, se posiciona como el país mejor evaluado de la región, ocupando el puesto 13 del listado global, seguido por Canadá, que alcanzó 75 puntos y quedó ubicado en el lugar 15 del mismo ranking. Chile obtuvo 63 puntos y Costa Rica 58. Con puntajes inferiores al de Argentina se listan a Brasil (34), Bolivia (28), Paraguay (24) y Honduras con 22, entre otros.

Para Pablo Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, nuestro país se encuentra estancado en materia de lucha contra la corrupción y el índice muestra eso.

La edición 2024 del IPC puso foco en la vinculación entre corrupción y cambio climático. Argentina no está fuera del debate mundial. La ONG sostiene que para alcanzar un desarrollo energético acorde al potencial de los recursos naturales existentes, debe postularse una transición equitativa, sostenible, asequible e inclusiva. Y esta no podrá alcanzarse si “existen prácticas de corrupción que atentan contra dichos objetivos, violaciones a los derechos humanos o afectación de las comunidades y el ambiente en donde se desarrollan las actividades; si las operaciones de las empresas y las negociaciones entre el sector público y el sector privado se dan en entornos de poca transparencia y no se rinde cuentas del impacto generado”

Transparencia Internacional ha fijado posición con relación a este tema: “la corrupción pone en peligro los fondos climáticos vitales de todo el mundo. Por lo tanto, mejorar su protección es vital para proteger a miles de millones de personas vulnerables”.

Los datos más recientes indican que las puntuaciones del IPC son inferiores o han descendido en muchos de los países que tienen una participación más activa en la acción climática internacional, -entre ellos, aquellos vulnerables al cambio climático-, y que son anfitriones de cumbres internacionales, como la Conferencia de las Partes (COP) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

“Debemos erradicar la corrupción de inmediato antes de que termine entorpeciendo las acciones climáticas significativas. Los gobiernos y las organizaciones multilaterales deben integrar medidas para salvaguardar las finanzas, restablecer la confianza y maximizar el impacto. En la actualidad, las fuerzas corruptas no sólo tienen un papel en la formulación de las políticas, sino que a menudo las imponen y desarticulan el sistema de pesos y contrapesos institucionales; silenciando, a su vez, a periodistas, activistas y a toda persona que se pronuncie a favor de la igualdad y la sostenibilidad” expresó Maíra Martini, directora ejecutiva de Transparencia Internacional

En una investigación reciente de la ONG que elabora el IPC, se comprobó el modo en que la corrupción puede socavar una “transición justa” hacia cero emisiones netas y se señalaron ejemplos concretos en Sudáfrica (41 puntos), Vietnam (40) e Indonesia (37), donde insuficientes salvaguardas han creado oportunidades que aprovecharon actores sin escrúpulos.

Desde su establecimiento en 1995, el IPC se posiciona como la herramienta a nivel mundial para medir la corrupción dentro del sector público. Este índice utiliza una metodología que combina entre tres y trece encuestas y evaluaciones sobre corrupción, recopiladas por diversas instituciones de renombre internacional. Estas fuentes permiten evaluar a 180 países y territorios, atribuyendo un puntaje en una escala de cero a 100, donde cero representa un nivel de corrupción muy alto, y 100 indica una corrupción pública extremadamente baja.

Para el caso de Argentina las fuentes utilizadas para el índice 2024 fueron el Índice de Transformación de la Fundación Bertelsmann, las Calificaciones de Riesgo País de Global Insight, el Anuario de Competitividad Mundial del International Institute for Management Development (IMD), The Economist Intelligence Unit Country Ratings, la Guía Internacional de Riesgo País de PRS Group, el Proyecto Variedades de Democracia, el Foro Económico Mundial EOS, y el Índice de Estado de Derecho del Proyecto Justicia Mundial.

Infografías: Marcelo Regalado y Transparencia Internacional (2024)

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