5 de febrero de 2025
Un restaurante en medio de la nada, una estrella Michelin y una historia que sorprende
En un rincón remoto de Irlanda, una cabaña desafió todas las expectativas al convertirse en un referente de alta cocina en menos de un año. Así logró su estrella Michelin con un menú basado en ingredientes locales
Las primeras semanas fueron tranquilas, pero todo cambió cuando The Irish Times publicó una reseña entusiasta. “Después de eso, todo se volvió una locura”, explicó McCauley. En febrero de 2024, el restaurante recibió su estrella Michelin, un logro que ni el propio chef esperaba. “No era algo en lo que pensáramos, y mucho menos en tan poco tiempo”, agregó.
A diferencia de otros restaurantes de alta cocina, Homestead Cottage no cuenta con un menú a la carta. En su lugar, McCauley elabora un menú degustación que cambia constantemente según la disponibilidad de productos. “Nos da la libertad de adaptarnos en lugar de estar atados a un menú fijo”, explicó.El énfasis en los ingredientes locales es el pilar de su cocina. Entre los productos más destacados se encuentran las ostras de Flaggy Shore, el cangrejo de Moher, las vieiras de Connemara y el rape de las islas Aran. Para McCauley, la calidad de la carne irlandesa es incomparable. “El 90% del ganado aquí se alimenta de pasto, sin los piensos procesados que se usan en otros países”, detalló.El restaurante también cultiva sus propios vegetales, como ajos, habas y colirrábanos. En 2024, esperan cosechar su primera gran tanda de espárragos, un cultivo que requiere años de paciencia antes de dar frutos. “La diferencia en sabor es abismal”, aseguró el chef.Uno de los proveedores claves de McCauley es la carnicería Market Hall, dirigida por Fiona y Sean Haugh en la localidad de Ennistymon. Sean, que posee una granja en Kilkee, supervisa todo el proceso, desde la crianza del ganado hasta la preparación de la carne. “Robbie es de otro nivel. Nunca había probado algo como su cocina”, expresó Fiona.A pesar del éxito, McCauley reconoce que dirigir un restaurante en Irlanda es más difícil que nunca. El incremento en los costos de los alimentos, las altas facturas de energía y los impuestos sobre la comida y el alcohol han llevado al cierre de muchos negocios gastronómicos. Además, el consumo de alcohol ha disminuido, lo que afecta los ingresos de los restaurantes independientes en comparación con los hoteles, que cuentan con la ventaja de ofrecer alojamiento.
En cuanto al futuro, Homestead Cottage se enfrenta a la incertidumbre de mantener su estrella Michelin. Sin embargo, para McCauley, lo importante es la estabilidad del negocio. “Necesitamos un restaurante lleno para pagar sueldos y facturas, más que el reconocimiento de Michelin”, afirmó.
El chef ya piensa en los platos del próximo año. “En febrero, el agua sigue fría, así que tendremos turbot de excelente calidad. En verano, espero con ansias los tomates, el cangrejo y la langosta”, dijo. Pero si algo tiene claro, es que los primeros tres ingredientes del año serán cordero, ajo silvestre y espárragos.