4 de febrero de 2025
Debuta la nueva devaluación al 1% mensual: cuáles son los 5 efectos que puede tener sobre la economía

El Banco Central da inicio hoy al nuevo ritmo de desplazamiento del dólar oficial, que tiene implicancias tanto positivas como negativas. Las expectativas
El primer efecto de la nueva devaluación administrada del dólar es que puede continuar ayudando al proceso de desinflación, dado que los valores de bienes transables, que siguen de cerca al tipo de cambio oficial, crecerán más lento y actuarán como ancla hacia abajo para el resto de los precios.
La contracara, y el segundo efecto, es la profundización de la apreciación cambiaria. Desde GMA Capital, estimaron, asumiendo que se cumplen las expectativas de inflación del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) para la primera mitad de año –llegaría al 1,8% en junio– que se produciría una apreciación extra del 2,8% para ese mes.El principal problema de ello, siendo el tercer efecto, es la pérdida de competitividad de la economía. A modo de ejemplo, de acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, el tipo de cambio real con Brasil se ubicó a finales del 2024 en valores mínimos de 9 años, impactando de lleno tanto en la posición proveedora de Argentina en el país vecino como competidora en productos tales como la harina de soja. La cuestión se agravó por la devaluación histórica del Real.Esto es algo que también observó Morgan Stanley en un informe reciente. Puntualmente, señaló que la fortaleza del tipo de cambio real es un desafío para la competitividad exportadora, la acumulación de reservas y el saldo de la cuenta corriente.Sobre esto último, y como cuarto efecto, el Banco Mariva advirtió que la apreciación del peso, si bien ha aportado estabilidad en los últimos meses, podría generar presiones adicionales sobre la cuenta corriente en el mediano plazo, la cual ya lleva 7 meses consecutivos con déficit.Otro punto del actual esquema cambiario se relaciona con las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un nuevo programa. La política adoptada por el Central está produciendo complicaciones en ese sentido.
Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental –el cargo que hoy ocupa Rodrigo Valdés, desplazado de la negociación–, aseguró que “hay un nivel de coincidencias muy alto entre el Gobierno y el organismo, y el único punto muy complicado es la política cambiaria y la estrategia para la salida del cepo”.
El Bank of America proyectó: “Consideramos que el tipo de cambio seguirá fuertemente administrado y que el gobierno no aceptará una gran devaluación antes de las elecciones. Prevemos una aceleración de la depreciación después de las elecciones y la unificación cambiaria en 1.400 en diciembre, como resultado de la eliminación de los controles cambiarios (y en un contexto de stocks de pesos aún atrapados por las restricciones)”.