4 de febrero de 2025
Murió luego de salvar la vida de un adolescente que se ahogaba en Mar del Plata y en su honor se conmemora el Día del Guardavidas

Guillermo “Chino” Volpe fue un héroe: el 4 de febrero de 1978 murió luego de rescatar a un joven que pedía ayuda en Playa Grande. Salvaron al turista pero el joven sampedrino de 22 años no logró volver a la orilla
“Recuerdo que era un chico pecoso, de ojos claros, medio coloradito, flaquito y sumamente inquieto. El día de la tragedia no lo olvido más: con mi familia estábamos vacacionando en Necochea y mi papá escucha la noticia por la radio... ‘¡Es el Chino! ¡Es el Chino Volpe!’, repetía y se largó a llorar. Él tenía un año más que yo”, revive Verónica Farabollini, vecina de Guillermo sobre cómo impactó la muerte del chico en San Pedro, su ciudad natal.
Guillermo Volpe nació el 18 de marzo de 1955 en San Pedro, provincia de Buenos Aires, y desde pequeño sintió una conexión asombrosa con el agua, algo que no sonaba raro para alguien que se crio a orillas del Paraná. Más que una afición, sentía que el mar era su lugar en el mundo y que el rescate acuático era su vocación. Con apenas 19 años, convirtió esa pasión en un compromiso cuando inició su formación como guardavidas, decidido a proteger a quienes desconocían los peligros ocultos en las olas.
La mañana de aquel 4 de febrero, el sol brillaba en Mar del Plata y se pronosticaba como un día típico de verano. Los turistas pronto comenzaron a llegar a Playa Grande para disfrutar del mar: las familias extendían sus reposeras y abrían las sombrillas prestos a pasar allí el día mientras los niños comenzaban a corretear por la orilla y jugaban a saltar las olas más bajas. Guillermo era un testigo privilegiado de aquellas escenas, que le robaron varias sonrisas, y que más tarde se convirtieron en las protagonistas de los grandes álbumes de fotos de tapa dura y anillado de metal que se guardaban en todas las casas en la década del setenta.
Pero lo que comenzó como una jornada de esparcimiento tranquila se transformó en una fatalidad que marcaría para siempre la historia del rescate marítimo en Argentina y Guillermo no imaginó que esos momentos que admiraba en la playa mientras controlaba a los bañistas serían las ultimas postales que vería en su vida.A lo lejos y con angustia, otros turistas miraban con impotencia y otros se tapaban la cara... Un grupo de guardavidas reaccionó de inmediato y fue a salvarlo. Entre ellos Guillermo “Chino” Volpe, quien, sin dudarlo, tomó la posta del rescate y corrió hacia el agua decidido a salvar aquella vida.
Guillermo se lanzó al agua junto a sus compañeros Alfredo Marasco, Silvio Garíspoli, José Luis Queseda, Eugenio Raimondi, Jorge Vaccaro y Patricio Tauler. En medio de la tensión del momento, nadaron con todas sus fuerzas hasta alcanzar al joven que luchaba contra la corriente. Tras un esfuerzo titánico, lograron ponerlo a salvo y emprendieron el regreso a la costa.“La búsqueda de Guillermo comenzó a tornarse desesperada luego de algunos minutos”, cuentan desde el Sindicato de Guardavidas y Afines de Mar del Plata. Durante tres días, familiares, amigos y colegas emprendieron una exploración desesperada para encontrar su cuerpo. La angustia crecía con cada hora que pasaba sin noticias. Finalmente, el 7 de febrero, dos pescadores encontraron sus restos cerca de la Escollera Norte.
Tras la autopsia, el informe médico reveló que Guillermo había sufrido un paro cardíaco en plena lucha contra las olas. Su corazón, extenuado por el esfuerzo, no resistió la furia del mar.“Yo tenía 19 años cuando Guillermo murió. Recuerdo que los Volpe eran una familia con varios hijos y vivíamos a una cuadra de distancia. Él era un poco más grande que yo. Aunque no compartimos mucho, sigue siendo imborrable el día en que nos enteramos de que murió. En esos días nos enteramos que el suyo había sido un salvataje en el que arriesgó todo, que dejó todo. Los mismos colegas lo dijeron”, recuerda la ex vecina de San Pedro.
El 4 de febrero del año siguiente, sus colegas y amigos, aún consternados por la irreparable pérdida, comenzaron a organizar un homenaje en memoria de Guillermo. Desde esa fecha, ininterrumpidamente, cada 4 de febrero, se concentran en un acto frente al Balneario Oasis, donde el joven dejó todo no solo para cumplir con su tarea sino por aquella profesión que había elegido con tanto amor y pasión.Uno de los homenajes más emotivos es la tradicional “Antorchada”, en la que los rescatistas ingresan al mar con antorchas encendidas, iluminando la noche en memoria de quienes dieron todo por el prójimo. Años más tarde, se estableció oficialmente el 4 de febrero como el Día Nacional de Guardavidas en honor a Guillermo y los valores que enseña.
En Playa Grande, un monumento recuerda a Guillermo “Chino” Volpe, como símbolo de su sacrificio y del compromiso inquebrantable de los guardavidas argentinos. Además llevan su nombre el Parque Ambiental de San Pedro, su ciudad natal y en 2021 se rebautizó la calle General Pueyrredón, en Mar del Plata, como Paseo Guardavidas Guillermo Volpe. Es una calle que conecta la Avenida Patricio Peralta Ramos y la calle Rodríguez Peña con el acceso a la Escollera Norte, frente a los balnearios de Playa Grande.