3 de enero de 2025
Salió campeón con Racing e Independiente, jugó en la Selección y superó un ACV: entrevista con el Negro Ludueña
El recordado mediocampista cordobés repasó sus mejores momentos y contó cómo sigue su recuperación tras una delicada operación. El día que fue atacado a balazos por hinchas de la Academia
Ludueña nació en Villa María el 6 de febrero de 1968, en un barrio muy humilde a pocas cuadras de un río que lo vio nacer futbolísticamente. Fue un volante central excepcional, elegante, de muy buen manejo de pelota y con mucha marca, de los que no abundaban en el fútbol argentino. Fue un crack en su posición de la cancha. Un cinco que supo jugar al lado de Ricardo Bochini en Independiente y de Rubén Paz en Racing.
“(Rubén) Paz me decía ‘damela porque vos no sabes nada´. El Bocha (Bochini) me explicaba ‘Miguel, el pase es hacia adelante’. Y aprendí mucho de Ubaldo Fillol, que nos dijo previo a la final contra Cruzeiro por la Supercopa: ‘Gané todo, pero este título es el que me falta. Es como la figurita difícil’. La referencia al Pato está vinculada a aquella Supercopa lograda por Racing en 1988.Sus inicios con la pelota fueron en Central Argentino de Villa María, club de su barrio, donde se destacó como un 10 exquisito, aunque probó en todos los puestos de la cancha, salvo de arquero y de extremo derecho. Luego, lo pudieron disfrutar Alumni, Alem y los seleccionados de la Liga Villamariense, previamente a pasar por Belgrano (1981), donde arrancó a jugar de mediocampista central. Después, pasó por Unión de Santa Fe (1982), Rosario Central (1983), Belgrano de nuevo, Talleres (1985/7), Racing Club (1987/8), Independiente (1988/91), segundo ciclo en Talleres, y en Platense (1992), club en el que colgó los botines con 33 años.En la Albiceleste, el ex volante villamariense debutó el 27 de marzo de 1991, con 33 recién cumplidos, en un amistoso contra Brasil que terminó 3-3 en el José Amalfitani. Fue su único partido. “Fue un sueño cumplido. Me llegó tarde, con 33 años. Me convocó Basile para que cumpla el sueño”, sentencia el ex futbolista, de 66 años, en diálogo con Infobae.
- ¿Qué es de su vida, Miguel?- ¿Cuándo sufrió el ACV, cómo fue?
- En el 2018. Estaba con mi familia en Alta Gracia, Córdoba. Cuando llegué a mi casa, comí primero, luego me bañé y me agarró en ese momento. Yo sentía que ya me iba a pasar y no sentía que me iba a morir. Luego de que me atendió el médico, me dijo que tenía que operarme. Nunca me sentí mal, pero tuve que operarme. Después, la recuperación me agarró en plena pandemia y durante la misma, me caí. Resulta que estaba caminando solo, sin ayuda, me caí y a partir de ese día, decidí utilizar la silla de ruedas para mayor seguridad.- Hice todo lo que tenía que hacer. Tuve secciones de fonoaudiología, fisioterapia y psicología. En seis meses dejé todo, aunque no hablo bien.
- ¿Ese problema es producto del ACV que padeció?- ¿Cómo cuáles?
- Me dio todo lo que tengo. No tenía nada ya que vengo de una familia muy humilde. Tuve que luchar bastante para lograr lo que logré. Pude dejar el fútbol en el momento justo, sin que el fútbol me dejé a mí.- Estoy bien porque cada cosa que compraba me costaba un campeonato. Lo mío era verdaderamente un trabajo, dentro y fuera de la cancha. Para mi viejo fue un trabajo duro. Hoy, podría jubilarme, pero no quiero. No trabajo por el ACV.
- ¿Por eso lleva a cabo un emprendimiento como la inmobiliaria?- ¿Qué recuerdos tienes de tu paso por Racing?
- ¿Cuál fue el mejor entrenador que tuvo?
- Tuvo a Gustavo Costas como compañero. Hoy, campeón con Racing de la Sudamericana. ¿Cómo era Gustavo en el vestuario?
- ¿Qué balance hace de su paso por Independiente?
El Negro Ludueña jugó en Racing Club durante dos años, previamente a pasar a Independiente, donde estuvo tres. Un día, cuando finalizó la práctica matutina del plantel del Rojo, paró con su auto en un semáforo de Avellaneda. Allí, dos hinchas racinguistas lo amenazaron, lo insultaron y uno de ellos le disparó con un arma de fuego. Ludueña arrancó con su vehículo y las balas impactaron en el guardabarros trasero. Se salvó de milagro.
- Pasó hace 30 años. Fue por el hecho de pasar a Independiente. El fútbol hoy sigue igual. No tuve miedo, me motivó mas para seguir adelante. Me di cuenta de que dejé todo por la camiseta de Racing, que tiene muchos hinchas que me reconocen cuando me ven por lo que hice y me respetan. Por dos hinchas no voy a cambiar lo que pienso. Racing es grande, tiene mucha hinchada.
- El mejor de todos, sacó a muchos goleadores. Adentro de la cancha me decía “siempre jugá para adelante, siempre”. Había que hacer la pausa, me decía, para luego jugar hacia adelante. Otro es Rubén Paz, son los mejores. Le llevaban segundos a todos, jugaban con la cabeza.
- Algunos, el más parecido a ellos es Kevin Zenón de Boca.
- Quería dejarlo yo, y no que el futbol me deje a mí a los 33 años. Estaba bien físicamente para continuar. Luego, me dediqué a la representación de jugadores.