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27 de diciembre de 2024

Una discusión, un disparo en la frente y cinco días de agonía: el triste final de Cristina Lemercier

La actriz que en la década del ‘80 había encabezado la tira infantil Señorita Maestra, murió el 27 de diciembre de 1996 después de haber protagonizado un confuso episodio

>“¿Accidente, homicidio o suicidio?”, titularon los diarios más importantes de la época. Era el 27 de diciembre de 1996. Y, tras haber agonizado cinco días en el Sanatorio Sarmiento, al que había sido ingresada de urgencia luego de recibir un disparo en la cabeza, Cristina Lemercier murió a los 45 años. La actriz, recordada por su papel de Jacinta Pichimahuida en Señorita Maestra, serie infantil que había sido furor en la década del ‘80, llevaba tiempo sumida en la depresión y había mantenido una fuerte discusión con Raúl Ortega, su ex marido y padre de sus tres hijos: Pablo, Paula y Julia.

A Lemercier le gustaban las armas y sabía manejarlas por razones de seguridad. Entonces sacó un Smith & Wesson calibre 38 .“¡Cristina, dejá ese revólver!”, se le habría escuchado decir a Raúl desesperado desde las viviendas vecinas. Y luego se oyó un disparo. Ortega, el único testigo del hecho, fue detenido por unas horas como el principal sospechoso del hecho. Pero, según su declaración, la actriz lo habría amenazado con quitarse la vida y gatilló tres veces, pensando que la pistola no tenía balas. Se equivocó.

Los hijos de la actriz y sus amigos llegaron a la misma conclusión. “Fue un accidente trágico lo ocurrido. En Navidad entregué y recibí los regalitos que había comprado mi madre para mí y para mis hijos. Ella ama la vida como nos ama a nosotros y a sus nietos. Esto es simplemente lo ocurrido. La única y verdadera historia”, señaló Pablo, su primogénito, en diálogo con la prensa.

Nacida el 1 de septiembre de 1951 en José C. Paz, Lemercier había debutado en la televisión cuando tenía apenas 16 años como la maestra suplente Fermina Piangetti, que venía a reemplazar a por un tiempo a Pichimahuida en la edición basada en el libro de Abel Santa Cruz que se emitió entre 1966 y 1967. En ese momento, la protagonista de la tira, Evangelina Salazar, se había tomado unos días para irse de luna de miel con su flamante esposo, Ramón Palito Ortega, quien al poco tiempo se convertiría en el cuñado de Cristina.

En 1982, en tanto, volvió a reeditarse la serie basada en el mismo guión que ya habían encabezado también Silvia Mores en 1968 y María de los Ángeles Medrano entre 1974 y 1975. Y, esta vez, a Lemercier le tocó ser la maestra titular. La tira fue un éxito que se extendió hasta 1985 y llegó a tener, además, su versión teatral. Pero, después, a Cristina no le resultó fácil reinventarse para seguir en el medio artístico. Estuvo como invitada en los ciclos Libertad condicionada, El Pulpo negro y Poliladron. Y volvió a trabajar para los chicos conduciendo programas infantiles como Dulce de Leche, Boomerang, Cristina y sus amigos y La hora de los pibes, aunque sin tanta repercusión.

Separada y con pocas propuestas laborales, Cristina había caído en una profunda depresión. Para colmo, en 1992 había sufrido un serio problema de salud. Ese año, tuvieron que operarla por un páncreas edematoso y, tras quince días en terapia intensiva, tuvo que ser intervenida también de la vesícula. En esos momentos, pasó varios días internada por un PH que no podían controlar y que la llevó a bajar más de diez kilos. En tanto, en junio de 1996, había fallecido en un accidente vial su cuñado, Luis Ortega, quien estaba casado con su hermana Gloria Perone. Y su problema de salud mental se agudizó.

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