13 de diciembre de 2024
La falta de orientación vocacional provoca desigualdad de oportunidades en América Latina

Esta guía para los jóvenes es un recurso clave para el desarrollo social y económico de los países
En América Latina, el acceso a la orientación vocacional está lejos de ser universal, lo que perpetúa brechas de inequidad en el acceso a oportunidades educativas y laborales. Además, los sistemas de orientación existentes enfrentan numerosos desafíos que limitan su efectividad. Estos problemas no solo afectan a los individuos, sino también a las economías locales, que requieren de un capital humano bien preparado y alineado con las necesidades del mercado laboral.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los estudiantes que reciben orientación vocacional tienen más probabilidades de obtener mejores resultados en sus empleos como adultos jóvenes. Un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) expuso que a pesar de los beneficios del acompañamiento temprano de los estudiantes, la orientación vocacional no es una prioridad en México, pues usualmente las materias referentes a este tema se introducen hasta el último año del bachillerato, y en su mayoría ignoran contenidos cruciales para la toma de decisiones.De acuerdo con Fernanda Domínguez, coordinadora de sociedad del IMCO, uno de los principales retos que enfrenta la orientación vocacional en América Latina es la falta de recursos y personal especializado. Muchas escuelas carecen de orientadores vocacionales capacitados, y cuando existen, su carga laboral suele ser excesiva, lo que dificulta la atención personalizada que los estudiantes necesitan. Según datos de la UNESCO, en varios países de la región, un orientador puede estar a cargo de cientos de alumnos, lo que limita significativamente el impacto de su trabajo.Según la especialista del IMCO, la desconexión entre los programas de orientación vocacional y las necesidades reales del mercado laboral también representa un gran reto, ya que muchas veces los orientadores no cuentan con información actualizada sobre las tendencias laborales o las profesiones emergentes, lo que limita la capacidad de los jóvenes para tomar decisiones informadas. En una economía cada vez más globalizada y cambiante, esta desconexión puede llevar a un desajuste entre la oferta educativa y las demandas del mercado laboral.
Otro factor a considerar es la influencia de estereotipos de género y culturales en las decisiones vocacionales. En muchas comunidades, las expectativas sociales pueden restringir las opciones percibidas por los estudiantes, especialmente en el caso de las mujeres, que a menudo enfrentan barreras adicionales para acceder a carreras en campos como la tecnología, la ingeniería o las ciencias. Esto subraya la necesidad de incorporar una perspectiva de equidad en los programas de orientación.La falta de colaboración entre los sectores educativo, empresarial y gubernamental limita el impacto de la orientación vocacional en América Latina. Aunque algunas iniciativas exitosas han demostrado el valor de unir estos sectores para crear programas de orientación más efectivos y alineados con las demandas del mercado, estas experiencias siguen siendo la excepción más que la regla.En un mundo en constante cambio, donde las demandas laborales evolucionan rápidamente, la orientación vocacional no debe ser vista como un lujo, sino como una necesidad básica para garantizar que los jóvenes tengan las habilidades y conocimientos necesarios para prosperar. Solo así se podrá construir un futuro más equitativo y prometedor para la región.