10 de diciembre de 2024
En Diputados, el primer año libertario estuvo marcado por grandes triunfos y la fragmentación de la oposición

La Libertad Avanza transcurrió sus primeros 12 meses sin mayores sobresaltos. Logró aprobar la Ley Bases, la reforma impositiva y el blanqueo, mientras bloqueó los pedidos de presupuestos universitarios y una reforma jubilatoria. El Presupuesto 2025, el rol del PRO y de la UCR
Es en ese escenario en el que el oficialismo que en términos numéricos cuenta con 39 legisladores cierra el año con un piso de votos que va desde los 84, que le permite sostener los vetos y sus festejos en la Quinta de Olivos, hasta poco más de los 100 votos entre los propios y los que aporta la UCR, el PRO, el MID, Independencia, Creo y Fuerza del Cielo que le permitieron avanzar en otros proyectos.
El principal activo que mostró LLA en el Congreso fue la posibilidad de controlar al resto de los bloques. La “mancha venenosa” del kirchnerismo -votar con el peronismo o lo mismo que el peronismo es rápidamente condenado- y el señalamiento constante como “casta” del presidente Milei y un ejército de cuentas en redes sociales invocando posicionamientos pasados y alguna situación vergonzante fueron suficientes para amilanar las críticas opositoras. “Nos putean en Twitter -X-”, fue la frase más escuchada en los pasillos de la Cámara de Diputados.Ni siquiera los epítetos que son emitidos desde la Casa Rosada, y desde el propio Presidente de la Nación -que los llamó “ratas” infinidad de veces- logró doblegar el espíritu colaborativo que mostraron durante todo el año el PRO, la UCR y en buena parte de estos doce meses Encuentro Federal y la Coalición Cívica.En el primer semestre, logró aprobar la Ley Bases y la reforma impositiva que incluían el blanqueo de capitales y el RIGI. Y en el segundo semestre logró bloquear las leyes de presupuestos universitarios y de reforma jubilatoria que fueron sancionadas en ambas Cámaras mediante el veto presidencial que luego defendió en Diputados de la mano de sus aliados del PRO, legisladores que responden a gobernadores peronistas y los denominados “radicales con peluca”.
Pero, además, pudo mantener durante 12 meses el Decreto 70/2023 que modifica leyes que permiten transformar empresas públicas en sociedades anónimas, privatizaciones, libera el sistema de Obras Sociales y Prepagas, crea registros especiales aduaneros, realiza modificaciones en el sector energético. Sólo el capítulo laboral está judicializado.Pero el premio mayor que puede mostrar LLA en la Cámara de Diputados es que, por un lado, contuvo los avances del bloque del peronismo y sus 99 diputados, pero, además, logró grietas internas y rupturas en el resto.
Los radicales que comenzaron el año con un bloque de 32 hoy son dos bloques -UCR con 20 y Democracia para Siempre con 12-; Hacemos Coalición Federal que estaba integrado por Cambio Federal, Hacemos por Nuestro País y la Coalición Cívica – ARI, se diluyó a los pocos meses; el peronismo perdió diputados a manos de gobernadores cada vez más cercanos a la Casa Rosada.Luego, el Ejecutivo hizo saber que si los diputados -los encargados de debatir los proyectos de ley y el Presupuesto es uno de ellos- querían modificar las partidas lo podían hacer pero sin poner en juego el déficit cero. Pero fue rechazando las modificaciones que les fueron presentando los bloques dialoguistas una a una. En un clima en donde el oficialismo mostró poco interés por el debate, y en la previa a lo que se suponía iba a ser la última reunión de la comisión de Presupuesto previo a dictaminar, el titular de la comisión José Luis Espert citó a la prensa para anunciar que suspendía el encuentro. Esa suspensión se anunció el 19 de noviembre y nunca más se levantó.
La decisión de la Casa Rosada primero fue la de correr al Parlamento del debate de la ley y luego suspenderlo definitivamente. Tanto es así que no lo incluyó en el temario para las sesiones extraordinarias que anunció el vocero presidencial Manuel Adorni.