10 de diciembre de 2024
La NASA amplía el estudio de cometas oscuros con siete nuevos hallazgos, detallando su ubicación y características

Científicos avanzan en la clasificación de fenómenos celestes y plantean nuevas preguntas sobre sus posibles efectos en planetas interiores
La investigación revela que los cometas oscuros se dividen en dos tipos principales: los que habitan en el sistema solar exterior, más grandes y con órbitas excéntricas, y los del sistema solar interior, más pequeños y con trayectorias casi circulares. Los científicos creen que su estudio podría arrojar luz sobre el papel de estos objetos en la formación de planetas y la aparición de condiciones para la vida en la Tierra.
Los cometas oscuros fueron identificados por primera vez en 2016, cuando el asteroide 2003 RM mostró una desviación inesperada en su órbita. Según Proceedings of the National Academy of Sciences, esta anomalía no podía explicarse únicamente por fuerzas gravitatorias o por el conocido efecto Yarkovsky, que implica la emisión de calor desde la superficie de un objeto.Davide Farnocchia, investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, señaló que este comportamiento indicaba la presencia de material volátil desprendiéndose del objeto, un fenómeno característico de los cometas. Sin embargo, no se observó una cola cometaria, lo que llevó a los científicos a clasificarlo como un cuerpo intermedio entre asteroides y cometas.La nueva investigación publicada por la NASA y la Universidad Estatal de Michigan establece dos categorías principales de cometas oscuros basadas en su ubicación y características:
Cometas oscuros exteriores:- Cometas oscuros interiores:
- Esta clasificación permite a los astrónomos abordar preguntas sobre su composición, formación y rol en la evolución del sistema solar, como indicó el autor principal del estudio, Darryl Seligman, en Proceedings of the National Academy of Sciences.Los cometas oscuros ofrecen información clave sobre los materiales volátiles que podrían haber contribuido al desarrollo de la vida en la Tierra. Según el JPL, su composición, que probablemente incluye hielo y otros compuestos, podría explicar cómo elementos esenciales fueron transportados a planetas interiores durante la formación del sistema solar.
Los cometas oscuros son parte de un campo de investigación en constante evolución. En abril de 2024, el Telescopio Espacial James Webb detectó vapor de agua en el cometa 238P/Read, lo que confirmó la presencia de hielo en cuerpos del cinturón principal. Este descubrimiento, aunque no directamente relacionado con los cometas oscuros, refuerza la importancia de estudiar objetos pequeños para entender la dinámica y evolución del sistema solar.
La NASA ha destacado que estos avances contribuyen a priorizar futuras misiones destinadas a analizar más profundamente los cuerpos menores del sistema solar.