28 de noviembre de 2024
Cómo las pandillas suecas reclutan a menores de edad a través de chats secretos para cometer asesinatos
La investigación llevada a cabo por la policía local incluye una serie de capturas de pantalla en las que los jóvenes comparten entre sí imágenes posando con armas y capuchas
En este caso, cuatro hombres fueron acusados de reclutar a menores para una banda criminal. Todos fueron detenidos antes de que pasaran al acto.
Su caso no es único. Suecia lleva años tratando de contener una oleada de tiroteos y atentados relacionados con ajustes de cuentas y la lucha por controlar el mercado de las drogas ilícitas en un país de 10,5 millones de habitantes. El año pasado, 53 personas murieron en tiroteos, cada vez más frecuentes en sitios públicos. En ocasiones, dejan víctimas inocentes.
La criminalidad pandillera sueca es compleja y organizada: los líderes operan en el exterior mediante intermediarios que utilizan sitios de chat encriptados como Telegram, Snapchat y Signal para reclutar adolescentes de menos de 15 años, la edad de la responsabilidad penal.Algunos subcontratistas facilitan los contactos entre quienes ordenan los ataques y los asesinos reclutados, y las partes solo se comunican en línea, explicó a AFP Sven Granath, profesor de criminología de la Universidad de Estocolmo. Otros reclutan en persona, buscando chicos que merodean por sus barrios.
El número de casos relacionados con asesinatos en Suecia con personas de menos de 15 años subió notablemente, según la fiscalía. Esto incluye, entre otros casos, asesinato, conspiración para asesinar, tentativa de asesinato, complicidad en asesinato e incitación al asesinato.¿Quiénes son estos chicos que aceptan misiones de asesinato anunciadas en redes sociales? A menudo, jóvenes con dificultades escolares o con déficit de atención, problemas de adicción o que han estado en líos con la policía, según Granath.
Algunos niños buscan ellos mismos las misiones, según un informe del Consejo Nacional de Prevención del Delito (BRA). Y esto pueden hacerlo ya sea motivados por la descarga de adrenalina, el reconocimiento, un sentido de pertenencia o las cuantiosas recompensas financieras.
Los atrae la camaradería, la ropa vistosa y la promesa de lealtad inquebrantable. “Ahora todo el mundo quiere ser un asesino”, señaló a AFP Viktor Grewe, un ex pandillero de 25 años que se topó con la policía por primera vez a los 13.Tony Quiroga es un jefe policial de la localidad de Örebro, al oeste de Estocolmo. “Hay una explotación implacable de jóvenes cuyas vidas apenas comienzan”, declaró a AFP en una vista reciente.Los subcontratistas “no quieren arriesgarse ellos mismos” para protegerse a sí mismos y a sus superiores, señaló. Hay voluntarios que patrullan por las calles de barrios marginales de Örebro para conversar con los jóvenes sobre el riesgo que entrañan las pandillas.Viktor Grewe, que se apartó de la vida pandillera a los 22 años, dice que los criminales jóvenes no tienen fe en su futuro, y que la mayoría no viven más allá de los 25 años. Según un reciente informe del BRA, reclutar niños es parte del modelo empresarial de las pandillas, y una vez que el niño ingresa, es difícil que salga.(AFP)